«Ayuden a los investigadores para servir a la sociedad y no tirar la toalla»
La autora de una tesis premiada convierte la celebración del día de San Alberto Magno, patrón de los químicos, en una reivindicación
Su marido y el pequeño Jorge, de solo cuatro meses y medio, observaban desde la última fila el acto conmemorativo del día de San Alberto Magno en la Facultad de Químicas de la Universidad de Oviedo. Mientras, ella, Mari Luz Alonso, recogía el premio como autora de la mejor tesis doctoral, galardón compartido con Ana Díaz. Y Alonso agradecía el premio, reconocimiento a «toda una etapa de crecimiento personal y profesional», pero aprovechaba la ocasión para poner voz a muchos investigadores, lamentaba los «largos procesos burocráticos, merecedores de una tesis», aseguraba que muchos se ven obligados a elegir entre «familia o ciencia» y pedía a «autoridades y gestores: ayúdennos en nuestra misión de servir a la sociedad y que no tiremos la toalla». Ella quiere mantenerse «fiel al deber científico», aunque no lo está teniendo fácil. Tras regresar a Asturias desde Navarra, donde tuvo que dejar el trabajo al ser madre, Mari Luz tiene ahora un contrato en la propia facultad pero en un par de meses se quedará en paro. Ve el futuro un poco más claro Ana Díaz, autora de la otra tesis premiada que, tras cuatro años de doctorado, está en la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, haciendo el postdoctorado. Tiene concedida una beca Margarita Salas así que cuando acabe la estancia en Dinamarca confía en volver a Asturias. Ambas recogieron un premio en metálico (750 euros cada una), patrocinado por una donación en memoria del Químico José Luis García Vallina.
Las dos doctoras pusieron nombre propio a la celebración organizada por el Colegio Oficial de Químicos de Asturias y León y la Asociación de Químicos del Principado de Asturias, con sus presidentes, Javier Santos y Miguel Ferrero, respectivamente, al frente. Un acto que volvió a ser presencial tras el parón de 2020 y que sirvió de marco para la entrega del XVII Premio San Alberto Magno al Mérito Científico a la Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad. El consejero, Borja Sánchez, ejerció por un día de autoridad y premiado, esto último en representación de las 37 personas que conforman el equipo de la consejería, por su labor para impulsar la I+D+i y en la divulgación de la ciencia. El acta del jurado recoge, de hecho, que la concesión se debe a su «contribución ejemplar y relevante al mundo de la ciencia y la innovación, que la sociedad tanto necesita, y por su apoyo al desarrollo científico».
El consejero desgranó en su discursó el proceso de creación de la consejería, decidida a conseguir que las convocatorias científicas sean todos los años, a reducir la burocracia («comparto tu discurso», le dijo a la joven doctora) y a lograr que Asturias cuente con más empresas innovadoras. Para todo ello, recordó Sánchez, es necesario contar con herramientas como la futura Agencia de Ciencia e Innovación. Habló el consejero de «aunar industria y ciencia» y de su decidida «apuesta por un nuevo modelo de gobernanza».
Inversión en ciencia
Pero tuvo aún Borja Sánchez que escuchar otro 'tirón de orejas', esta vez de la mano de Mario Arias, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Oviedo, que lamentó que Asturias esté lejos aún de los objetivos en inversión en ciencia. Según los últimos datos, un 0,82% del PIB. Mucho camino por recorrer hasta el 2% fijado. El consejero admitió que había «muchas cosas que reestructurar» pero defendió el trabajo que se está realizando.
Durante el acto se puso también de manifiesto el importante papel que la ciencia, y la química en particular, ha tenido durante toda la pandemia. Las vacunas contra la covid son el mejor ejemplo, como recordó Susana Fernández, decana de la Facultad de Química, quien reconoció que la investigación «es una labor muy dura, pero muy gratificante». Se da la circunstancia de que la decana fue una de las que ayer recogió su insignia por los 25 años de su colegiación, al igual que Miguel Ferrero, presidente de la Asociación de Químicos del Principado. En nombre de todos ellos habló Diego Fernández Alonso. También se entregaron a los que cumplieron los 50 años, así como la insignia a los nuevos miembros del Colegio y la asociación.
Cerró el acto Humberto Rodríguez Solla, vicerrector de Relaciones Institucionales, en la que es «mi casa y mi hogar».