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Barbón: «Ni una vida menos, ni una muerta más»

La sociedad al completo está llamada a tomar partido, a dar la cara, a no consentir que la mitad de la población mundial sea sometida solo por su condición de mujer

adrián barbón | Presidente del Gobierno del Principado de Asturias

Miércoles, 25 de noviembre 2020, 11:40

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Este año conmemoramos el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres inmersos en la pandemia de la covid-19. Sumidos, por ello, en la incertidumbre de un mundo globalizado en el que siempre han primado los intereses económicos y comerciales por encima de los sociales o sanitarios. Quiero creer que, tras esta lección de humildad, asumiremos al fin que todas las personas dependemos de todas.

La violencia contra las mujeres es otra lacra que tampoco se para en fronteras, edades, razas o religiones. Solo la erradicaremos cuando cada uno de nosotros y nosotras actuemos contra ella sin pensar que aquello que ocurre a las demás –a las discriminadas económicamente, a las golpeadas, a las asesinadas– no nos afecta. Nadie puede sentirse ajeno ni carente de responsabilidad.

Duele comprobar los infinitos modos que puede adoptar la violencia contra la mujer: física, sexual, mutilación genital, trata de personas, matrimonios infantiles, acoso laboral… Hasta llegar al asesinato

Quiero recordar hoy aquí a Lorena Dacuña y a Susana Criado, asesinadas este año en Asturias por sus parejas o exparejas. Con ellas son ya 28 las víctimas que nos ha dejado la violencia machista en nuestra tierra desde que comenzó a levantarse acta pública y vergonzosa de este tipo de delitos. 28 hijas, madres, hermanas, amigas… Mujeres a quienes se les robó el futuro y cuyo nombre estamos obligados a guardar en la memoria.

Lo repito: la violencia contra la mujer nos afecta a todos y todas. La sociedad al completo está llamada a tomar partido, a dar la cara, a no consentir que la mitad de la población mundial sea sometida únicamente por su condición de mujer.

Nos queda aún mucho trabajo por delante, no lo ignoro. En este 25-N, el Gobierno del Principado ha puesto el foco sobre una de esas formas de violencia, que es la desigualdad económica.

De nuevo las cifras nos retratan una realidad insoslayable. Desde la crisis de 2008, 23.500 mujeres han salido del mercado laboral en Asturias y la razón principal fue debido al trabajo en el hogar.

2.500 mujeres renuncian cada año a sus empleos para ocuparse de atender a otras personas dentro del ámbito familiar. Porque, no nos engañemos, el cuidado, para una parte importante de la sociedad, sigue siendo cosa de mujeres.

No nos rendimos ante estos porcentajes, como tampoco lo hacemos ante una brecha salarial que, en el caso de Asturias, es del 20,96%.

Nuestro compromiso es claro: trabajaremos por una economía igualitaria que haga posible una igualdad real. Porque la violencia económica es otra forma de agresión contra las mujeres.

Si la corresponsabilidad de todos es fundamental para responder a la violencia de género, el verdadero cambio radica en su prevención. Con la vista puesta en estos objetivos nacen dos proyectos puestos en marcha por el Gobierno del Principado: el Centro de Crisis para Víctimas de Agresiones Sexuales y Coeducastur, el plan con el que aspiramos a marcar la diferencia y evitar que nazca la violencia.

El Centro de Crisis para Víctimas de Agresiones Sexuales, instalado en Oviedo, cuenta con un número de teléfono que funcionará las 24 horas del día, los 365 días del año. El centro, que hoy mismo abrimos, es también un recurso novedoso en España, del que sólo existe uno similar en Madrid.

El segundo de estos proyectos, Coeducastur, aspira a ser una guía que ayude a educar en la igualdad y a terminar con la discriminación sexual y la violencia de género. Siempre en colaboración con los docentes y las familias, su práctica se generalizará de un modo progresivo a partir del próximo año y en todos los niveles educativos.

Este 2020 se cumplen 20 años desde la declaración por parte de Naciones Unidas del 25-N como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

Curiosamente, el mismo aniversario que alcanza nuestra Red de Casas de Acogida. Nuestra Casa Malva fue el primer centro de este tipo que se abría en el país y es desde entonces una referencia en toda España.

También el Principado fue, en julio de 2016, la primera comunidad autónoma en firmar un Pacto Social contra la Violencia sobre las Mujeres, que desde entonces han suscrito innumerables entidades, asociaciones, empresas y particulares.

El camino hasta aquí lo han recorrido antes personas tan comprometidas con la igualdad como lo es el actual Gobierno del Principado y en esa senda me comprometo a seguir porque contra la discriminación y la violencia de género nunca daremos un paso atrás.

Las especiales condiciones en que nos obliga vivir la crisis sanitaria nos impiden salir a la calle. Pero os invito a vestir Asturias de morado. Bajo la luz de este color se mostrarán hoy edificios emblemáticos como la sede de la Presidencia del Principado, así como cuántos consistorios se sumen para combatir ese inventario del horror que son las violencias contra la mujer.

En esa lucha seguiremos, hasta que no haya ni una vida menos, ni una muerta más.

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