Barbón augura un futuro prometedor para la región y promete un «reformismo tenaz»
Pide poner las «luces largas» para «rematar» el cambio económico, dar «otra dimensión al turismo» y frenar el descenso demográfico
ANA MORIYÓN
OVIEDO.
Viernes, 28 de julio 2023, 01:08
Cuando Adrián Barbón tomó posesión del cargo de presidente del Principado en el verano de 2019, relevando al también socialista Javier Fernández, se afanó en ... trasladar a la sociedad asturiana que la región tenía un futuro prometedor y se comprometió entonces a iniciar bajo su primer mandato una serie de reformas para poner al Principado en lo más alto.
Ayer, cuatro años más tarde, Barbón prometió nuevamente el cargo y lanzó el mismo mensaje optimista sobre el futuro económico y social que le depara a esta región, pero queriendo dejar patente el camino ya recorrido en estos últimos cuatro años. «Los mejores días de Asturias aún están por llegar, porque estoy convencido, con la lumbre veraz de los datos, que el presente que vivimos ya es futuro», declaró el líder socialista. Se refería, como hace habitualmente en sus discursos, a la «década del cambio» en la que entiende que la comunidad ya está inmersa y pidió poner las «luces largas» para «rematar» el cambio económico, «aprovechar la finalización de las grandes comunicaciones para entrar en otra dimensión turística» y frenar el descenso demográfico.
El también secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) comenzó su intervención reconociendo sentirse muy emocionado por la presencia de toda su familia en el emblemático palacio que alberga la Junta General, donde tuvo lugar la ceremonia, e hiló su discurso en una defensa a ultranza del valor de su palabra. «Un gobernante vale lo que vale su palabra. Yo, en este acto, empeño mi palabra con Asturias», sentenció para finalizar su alocución provocando sentidos aplausos.
Prometió un «reformismo tenaz, valiente y osado» que llevará a cabo a través de un gobierno de coalición PSOE-Convocatoria por Asturias (IU, Más País e Izquierda Asturiana) al que se refirió como «gobierno de unidad progresista». Con atención desde la zona reservada para los diputados le escuchaba el futuro consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Vivienda, y coordinador regional de IU, Ovidio Zapico, quien encabezó la candidatura de Convocatoria por Asturias y formará parte del nuevo organigrama gracias al pacto de gobierno. Un acuerdo ratificado este miércoles de forma contundente por la militancia de ambas formaciones políticas y que será firmado hoy.
350 invitados
El discurso de Adrián Barbón desde la escalinata de mármol que preside la Junta General -lugar inédito para esta ceremonia como consecuencia de la malla de protección que se instaló en la última planta del edificio por seguridad ante posibles desprendimientos de la vidriera- fue seguido por unos 350 invitados, entre los que se contaban dirigentes políticos, empresariales y representantes de la vida civil asturiana. La ceremonia estuvo presidida por la ministra portavoz del Gobierno y de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y por el presidente de la Junta General, Juan Cofiño, y ambos quisieron ensalzar la figura del presidente autonómico. Ella destacó su «lealtad» al Gobierno central mientras que, quien fuera su mano derecha en el Ejecutivo regional durante la pasada legislatura, subrayó del político lavianés sus «principios», su «coraje» para afrontar las dificultades actuales y su «capacidad y visión» para enfrentarse a los desafíos.
Ante los presidentes autonómicos de Galicia y Castilla y León, los populares Alfonso Rueda y Alfonso Fernández Mañueco, y de Navarra y Castilla-La Mancha, los socialistas María Chivite (quien todavía no ha llevado a cabo su investidura) y Emiliano García-Page, el jefe del Ejecutivo asturiano incidió en la importancia de trabajar unidos «en la defensa de una España justa, unida en su diversidad». Asturias comparte con varias de estas comunidades problemáticas comunes y, durante estos últimos años, Barbón no ha dudado en sumar con ellas fuerzas, independientemente de los colores políticos, para reivindicar ante Madrid la defensa de los intereses de Asturias. Y ayer defendió esta forma de entender la política. «Nada se antepondrá a la defensa de los intereses de Asturias. Siempre, cuando y ante quien sea necesario: Asturias, lo primero», anotó el dirigente socialista, quien remarcó que en esta cuestión «no cabe un titubeo».
«Política útil»
También abogó por el «diálogo» y la «política útil» y pidió al resto de las fuerzas políticas convertir a Asturias en un «escaparate de la buena política» en la que se alcancen grandes acuerdos para superar los grandes desafíos, como el impulso demográfico, la atención a la salud mental, el medio rural o el cuidado a las personas mayores. Está por ver ahora si consigue alcanzar estos grandes acuerdos en una legislatura, la duodécima, en la que la aritmética parlamentaria poco tiene que ver con la de la anterior y en la que, pese al acuerdo de gobierno, no dispone de mayoría absoluta en la Cámara, de la que ha desaparecido Ciudadanos, formación en la que el PSOE se apoyó estratégicamente en los últimos años.
Barbón, eso sí, dice afrontar la nueva etapa más preparado que hace cuatro años tras las enseñanzas obtenidas en una legislatura convulsa y cargada de contratiempos y dificultades -citó la pandemia, la inflación y la guerra de Ucrania- que, sin embargo, entiende que le ha servido para tomar consciencia de que ser buen presidente exige «humildad, cercanía, audacia y diálogo a partes iguales». Cuatro requisitos que aseguró que requerirá a las personas que le acompañen en el nuevo gobierno en el que, tal y como ya viene avanzando en los últimos días, buscará el equilibrio entre continuidad y renovación y será dado a conocer este sábado.
En asturiano
Fue, tal y como se esperaba, una puesta de largo cargada de simbolismo y de guiños a la identidad asturiana. Intercaló el castellano con el asturiano en un discurso en el que no pasó por alto el «orgullo de pertenencia» y la defensa a la cultura y la llingua, y en el que quiso agradecer la presencia en la Junta General de los alumnos de la Escuela de Asturianía. «Estad orgullosos de vuestros orígenes, con la misma intensidad, difícilmente equiparable, que la siente la emigración, esas decenas de miles de personas que llevan Asturias por dónde quieran que van», reclamó.
Prometió su cargo sobre el Estatuto de Autonomía de 1981 y sobre el título VIII de la Constitución Española de 1978. Concretamente, sobre una de las 200 copias originales de la Carta Magna, réplica numerada con el guarismo 55 cedida para la ocasión por la familia de Emilio Barbón. Y recibió la insignia de cinta azul y gualda de la que prende el escudo en plata de Asturias de la mano de Pedro de Silva, primer presidente asturiano elegido en las urnas.
También participaron en la ceremonia los expresidentes Juan Luis Rodríguez-Vigil, Antonio Trevín y Javier Fernández, a quienes citó Barbón en su discurso, así como a los ya fallecidos Rafael Fernández, Sergio Marqués y Vicente Álvarez-Areces. «De su trabajo y su inteligencia resultó la Asturias que hoy disfrutamos», recordó, consciente de la responsabilidad que asume por continuar con su legado.
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