Barbón defenderá «donde haga falta» los controles del lobo

A la vez que juega sus cartas para que esa futura estrategia nacional se acomode a sus posiciones, el Principado sigue en conversaciones con Galicia, Castilla y León y Cantabria para recurrir la inclusión del lobo en ese listado y mantener el actual estatus. El ministerio sostiene que la protección solo afecta a las comunidades vecinas, por ser en ellas donde este animal está considerado especie cinegética. En la Consejería de Medio Rural sin embargo argumentan que la protección le impediría seguir gestionando la especie como hasta ahora, es decir, aprobando un cupo de animales a abatir en función de la expansión de las manadas.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha puesto en ese sistema su línea roja. «Vamos a defender nuestro plan de gestión y para ello usaremos todos los resortes a nuestro alcance», indicó ayer. El jefe del Ejecutivo autonómico considera que la política actual «permite hacer controles de población del lobo de manera rápida en situaciones extremas donde hay que evitar una reacción de la sociedad civil que de otra forma no sería organizada». El plan asturiano «está fundamentado científicamente y en cientos de ocasiones ha sido impugnado por los colectivos en los tribunales y ha sido ratificado», indicó. Es por tanto un mecanismo de control avalado por «la ciencia», la justicia pero también, entiende Barbón, por los votos: «Tenemos resoluciones congresuales que defienden el plan de gestión y luego a las elecciones autonómicas cada uno fue con posiciones diferentes sobre el lobo y el partido que obtuvo la mayoría, también en el medio rural, fue el PSOE».

El presidente respondía así a Ciudadanos. La portavoz de la formación, Susana Fernández, consideró la protección del animal un «nuevo ataque del gobierno central» a Asturias que sumó al cierre adelantado de las minas y el estatuto electrointensivo. «Echan a los ganaderos a dentelladas», valoró. «Es una puñalada por la espalda a la zona rural hecha por urbanitas», afeó.

Barbón rechazó la «teoría de la marginación» que sitúa a Asturias como perjudicada, y recordó las otras comunidades que están alineadas con el Principado. Reiteró que «no hace falta cambiar el marco estatal» y que «si lo que se quiere es una fórmula de coexistencia el plan de Asturias es el mejor ejemplo de cómo hacer las cosas». Lo defenderá, aseguró, «allí donde haga falta».

La Junta General negoció una declaración institucional contra la protección del lobo. La iniciativa era de IU pero no salió porque exige unanimidad y fue reticente. En su lugar la coalición presentó una proposición no de ley con las firmas de los grupos del PSOE, IU, PP, Ciudadanos y foro. Por su parte el grupo popular planteó la reprobación del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.