Adrián Barbón y Álvaro Queipo en sus respectivas intervenciones en la Junta General.

Barbón y Queipo se acusan mutuamente de llevar a la Junta la crispación de la política nacional

PP y Vox acusan al presidente autonómico de no defender los intereses de Asturias con el mismo ímpetu con el que apoyó a Pedro Sánchez este fin de semana y el líder socialista responde que «esto no va de Pedro Sánchez sí o no, va de democracia»

Ana Moriyón

Oviedo

Martes, 30 de abril 2024

Si lo que se esperaba con el periodo de reflexión de Pedro Sánchez y su decisión de seguir adelante era rebajar el clima de ... crispación política, al menos en Asturias no se ha logrado. El presidente del Principado, Adrián Barbón, y el líder de la oposición, el popular Álvaro Queipo, se acusaron esta mañana mutuamente de traer al Principado y a la Junta General la crispación política que desde hace tiempo existe a nivel nacional y que habría llevado al presidente nacional a reflexionar sobre su futuro.

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El líder del PP asturiano abrió el debate en el turno de preguntas al presidente del Principado cuando le cuestionó sobre la credibilidad del Gobierno de Asturias y le afeó que ayer, a raíz de la decisión de Pedro Sánchez de continuar al frente del Gobierno central tras un breve periodo de reflexión, declarara que las «personas demócratas estaban satisfechas». «¿Yo no soy persona o no soy demócrata?», preguntó Queipo, quien entiende que con este tipo de manifestaciones Barbón abre un «discurso peligroso y rupturista de crispación y división entre los asturianos». Además, igual que hiciera en su turno de preguntas la diputada de Vox Carolina López, el portavoz del PP recriminó a Barbón que no se hubiera «desatado» por los intereses de Asturias como lo hizo este sábado en apoyo a su secretario general. «Su discurso de crispación comenzó el sábado con sus alaridos en la calle Ferraz, llamando a la rebelión», anotó. «Sus acciones, por tanto, le delatan. Por ninguno de los problemas, y mire que los tenemos graves en Asturias movilizó usted autobuses», le reprochó Queipo.

La réplica llegaría poco después por parte del presidente autonómico, quien aclaró que lo ocurrido durante el fin de semana va «más allá de Pedro Sánchez sí o Pedro Sánchez no», sino de «democracia sí o democracia no». «Estos días han servido a todos, los demócratas, de derechas, de izquierdas, de centro, sean de una ideología u otra o no tengan ideología, para tener claro que no podemos permitirnos perder la democracia nunca más», argumentó Barbón, quien entiende que los demócratas no querían que se repitiera la historia y que en España volviera a dimitir un presidente, como ya ocurrió con Adolfo Suárez, por presiones «internas, sociales y económicas».

Las críticas realizadas en ese momento desde el escaño por el portavoz adjunto del PP, Luis Venta, obligaron al presidente de la Junta, Juan Cofiño, a llamarle al orden y reprocharle su actitud. Acto seguido, Barbón responsabilizó a Queipo de lo sucedido y le acusó de «llevar a la Cámara asturiana la crispación que nunca existió». «Usted viene a crispar, si su estilo parlamentario es el del insulto, la bronca, la descalificación y el ataque personal, como estamos viendo en sus filas, allá usted», resolvió.

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