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El consejero Alejandro Calvo, en el estudio de Canal 10, durante el programa emitido ayer. PALOMA UCHA

Alejandro Calvo: «Revertir la pirámide poblacional va a requerir generaciones de trabajo»

El consejero de Medio Rural afirma que «los servicios públicos no están en riesgo, son la columna vertebral para el crecimiento del campo»

O. VILLA

GIJÓN.

Viernes, 5 de febrero 2021

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Asturias está inmersa en una profunda crisis demográfica. Todos los municipios pierden población, en los últimos años, y además la práctica totalidad presenta una pirámide poblacional muy invertida, con una gran cantidad de personas por encima de la edad teórica de jubilación y un marcado adelgazamiento en el tronco y la base de la pirámide, donde deberían estar las personas que actualmente estarían en edad de trabajar y, en la base, el futuro relevo de aquellos.

Esto es especialmente marcado en las zonas rurales de la región, sobre todo cuanto más se avanza hacia el suroccidente. En esta zona, las pirámides poblacionales están más envejecidas y masculinizadas que la media. No hay que obviar a las cuencas mineras -con una casuística muy particular- y al resto de las áreas montañosas. El máximo responsable de la cohesión territorial, el consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo, acudió ayer a los estudios de Canal 10 para participar en la primera jornada de los encuentros 'Pegados a la tierra', y lo hizo con un mensaje de moderado optimismo, atemperado por el convencimiento de que la tarea de «revertir la tendencia de la pirámide poblacional de Asturias va a requerir generaciones de trabajo muy intenso», por lo que «las políticas contra el reto demográfico van a necesitar que lleguemos a consensos entre todos los partidos». Sí, una tarea titánica en la que convertir a Asturias y su zona rural en una región que atraiga y sea receptora de inmigrantes, tanto nacionales como extranjeros, forma parte de la hoja de ruta del consejero.

  • Esta tarde, segunda jornada A partir de las 19:30 horas, a través de Canal 10 y del Facebook Live de ELCOMERCIO.es se emitirá la segunda jornada del encuentro 'Pegados a la tierra'. Contará con la presencia del comisionado para el Reto Demográfico del Principado, Jaime Izquierdo, y con cuatro ejemplos de aldeas modelo y comunidades locales que buscan un futuro alternativo.

Distingue, con todo, Calvo entre «lo cuantitativo y lo cualitativo», porque si lo primero arroja malas previsiones, lo segundo «muestra que se ha producido un punto de inflexión. El hecho mismo de este debate sitúa el problema demográfico en el escaparate central de la política.

Y esto es así porque, según explicó, pese a que «el análisis cualitativo lleva al pesimismo porque incluso si tomamos medidas de gran calado nos enfrentamos aún a diez, quince o veinte años de descenso de la población», también hay que tener en cuenta es que «lo más importante es que la población no se desestructure. Nos preocupa cuántos vamos a ser, pero nos preocupa más cómo vamos a vivir, y en cuanto al medio rural, queremos ser capaces de dinamizarlo y que quienes decidan vivir en el medio rural vivan cada vez mejor».

Así las cosas, el consejero insistió en varias ocasiones en la idea de que «discriminar positivamente al medio rural». Alejandro Calvo subrayó que en una región como Asturias la clave de que la zona rural funcione «está en la ganadería», dado que es «un sector estratégico, y para eso la única política de Estado posible es la de la Política Agraria Común (PAC), que este año hará que lleguen 150 millones de euros en fondos europeos a Asturias, para fortalecer al agricultor y el ganadero, compensar las pérdidas de renta y para generar desarrollo rural».

Calvo anotó que los fondos Leader, «que en su momento revolucionaron el turismo rural», de la actual convocatoria beneficiarán a la industria agroalimentaria. Además, se pretende que estas ayudas «garanticen que se puede seguir trabajando y viviendo en el campo, de la misma forma que los precios en origen tienen que seguir creciendo aunque la rentabilidad por unidad es mejor que la de hace cuatro años.

El diagnóstico del consejero admite que en el sector primario y el transformador de productos agroalimentarios «el problema que tenemos es de relevo generacional», una idea que se repitió a lo largo del debate y las presentaciones de vídeos de emprendedores en el medio rural.

En el campo asturiano hay inquietudes. Necesidades imperiosas que tardan en cubrirse de lo que los habitantes de las zonas rurales querrían. Buena cobertura de internet, carreteras dignas, servicios públicos asegurados de educación y salud y hasta cierta discriminación fiscal positiva. Calvo asumió el embate como propio: «Esas reclamaciones tienen mucho que ver con nuestros objetivos» como Gobierno regional.

Discriminación positiva

El consejero explicó entonces que uno de los avances cualitativos de los últimos años es que en el centro de la región se entiende mejor actualmente la discriminación positiva en materia de infraestructuras a favor del oriente y el occidente asturianos, y anotó, por ejemplo, que la rehabilitación de la carretera del valle del Navia (la AS-12, que une Navia con Grandas de Salime siguiendo el curso del río Navia) comenzará de forma intensa en 2022, mientras que este año tiene consignados 300.000 euros en los presupuestos regionales para acometer los estudios previos necesarios. «Hay que cerrar el debate -dijo- sobre las infraestructuras en la zona rural. No solo hay que hacerlas, sino mantenerlas, igual que hay que sostener los servicios públicos de calidad incluso donde hoy pocos usuarios. Hacerlo así es discriminación positiva, en la que nosotros creemos. Hay que crear la posibilidad de que se mantengan, los servicios no están en riesgo, sino que son la columna vertebral para el crecimiento del campo».

Diversificar y producir

Las experiencias durante la pandemia de empresas como Anchoas Hazas o la cooperativa Kikiricoop, que se mostraron ayer, dieron pie al consejero para anotar que la diversificación en la producción «es una reflexión de conjunto para toda nuestra industria agroalimentaria», máxime en situaciones como a las que las ha sometido la pandemia, con un mercado pleno de incertidumbres, con importantes sectores de la clientela inactivos y con altibajos en la demanda que a los pequeños productores asturianos les han llevado a roturas de stock.

Respecto a la agroalimentación asturiana, Calvo subrayó «nuestro sector es potente, con más de 2.000 millones de euros de facturación anual y con empresas como CAPSA. Pero dio algún aviso: «La marca Asturias y Alimentos del Paraíso marcan un estándar muy alto de calidad y nos permite vender a precios altos, pero hay que ser también más comerciales y producir todo lo que se pueda producir en Asturias» para entrar en más mercados y facturar. Diversificar, en suma, máxime cuando los costes generales de una empresa no cambien apreciablemente pese a esa diversificación.

Calvo recordó que «nuestros sellos de calidad están ahí para ayudar a la comercialización, pero se puso a sí mismo y a su equipo los deberes de «aprender a ayudar. Tenemos que buscar estrategias de comercialización que ayuden a los pequeños productores a llegar a los grandes canales».

Fenómenos inéditos

También vaticinó el consejero que en los próximos años veremos una cierta generalización de un proceso que recuerda el trasiego de los vaqueiros y de los pueblos anteriores a los romanos: «Veremos un fenómeno de concentración en las villas, mientras que en los pueblos altos habrá población menos meses al año, aunque sí se mantendrá la producción». Se trataría de la generalización de un proceso que ha llevado a que 816 de las 6.955 localidades que componen Asturias estén hoy deshabitadas.

Eso conlleva un riesgo adicional al que hizo referencia el consejero cuando se le planteó la relevancia que como factor que impulse el turismo rural puede tener el patrimonio cultural, histórico y natural. Calvo contrapuso que «lo importante es que nuestros pueblos siguen vivos y que son auténticos, son de verdad, que es lo que busca el visitante que viene a Asturias. Quiere vivir como nosotros, comer como nosotros. Para eso -indicó- hay que mantener el tejido social».

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