El Antroxu desafía a la lluvia

Charangas, carrozas y todo mazcarito que se precie tiene una cita esta tarde, a partir de las 19 horas, con la calle. Desde la Plaza de Toros hasta la del Humedal, la Costa será el 'sambódromo' gijonés.

Lo será en una nueva prueba de la unión de los antroxeros contra la lluvia. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no solo marca una probabilidad de lluvia del cien por cien, sino que advierte de una alerta amarilla por fenómenos costeros. No obstante, los mazcaritos saben que la fuerza les acompaña frente a las inclemencias.

Ayer los más pequeños ya dieron un anticipo de los que será la fiesta de hoy. A pesar de los amenazantes chubascos, el XXI Desfile Infantil fue un éxito y las ganas de fiesta pudieron con todo. Aunque el mal tiempo mermó el número de valientes que se atrevieron a salir la calle a disfrutar del espectáculo, lo cierto es que más de medio millar de personas apostaron por el Antroxu.

Chaquetones y paraguas fueron los complementos perfectos para resguardarse de posibles futuras gripes sin deslucir las impresionantes vestimentas que lucían muchos.

A la calle volvieron los personajes que el sábado se subieron al escenario del Teatro Jovellanos en busca de premio a su imaginación. Lo hicieron tras reunirse en el Parchís. Tomada por las tropas de Vader, pronto aparecieron para su defensa una representación del colegio Gloria Fuertes, vestidos de cartones de leche, así como un batallón de Lego, con una representación amplia de todos los tipos que se han ido creando a lo largo de la historia de este mítico juguete. El desfile siguió por la calle de La Merced y Casimiro Velasco y finalizó en Begoña, donde se conoció la única baja de la batalla contra el agua: la Banda de Música de Gijón no pudo actuar.

Con todo, los niños fueron los protagonistas. Al frente de un grupo de dálmatas -que lograron escapar de las manos de Cruela de Vil- podía leerse una pancarta que rezaba: 'Si te atreves, cuéntanos'. Y no fue posible contarlos. Como tampoco atrapar a un pequeño troglodita encaramado a una farola de Begoña. Piratas, hadas y notas musicales fueron otros de los personajes que apostaron por la fiesta.

Como también lo hicieron, aunque a cubierto, máscaras de Venecia, cigüeñas con sus bebés, toda una orquesta hecha carne, unos contenedores andantes y un asustado tripulante de globo aerostático. El Jovellanos acogió por la tarde la última parte del XXIII Concurso Infantil de Disfraces, en el que causó sensación un comestible bebé: iba caracterizado de bolsa de palomitas.

Mientras esperan a saber si su apuesta tiene premio o no, los participantes están invitados, como el resto de la ciudad, a participar hoy en el gran desfile de Antroxu.