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Las celdas tienen trece metros cuadrados. JESÚS ANDRADE
La cárcel de Otero y Renedo, a medio ocupar y con peluquería

La cárcel de Otero y Renedo, a medio ocupar y con peluquería

La piscina climatizada fue objeto de críticas desde el inicio. Pese a las promesas de usarlo solo en casos terapéuticos, el PP la cerró en 2012

R. MUÑIZ

GIJÓN.

Miércoles, 9 de octubre 2019, 02:51

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A la entrada del módulo de mujeres de la cárcel de Asturias un letrero asegura que es un pabellón «de respeto». «El único que hay es el que pone el cartel; dentro se mezclan mujeres que han matado a sus hijos, maltratadoras, preventivas, multirreincidentes, de todo», explica una exreclusa. Ese es el escenario que Marta Renedo Avilés y María Jesús Otero trataron de evitar al ingresar directamente en la cárcel de Zaballa (Álava).

Los números son elocuentes. A finales de año el centro asturiano contaba con 1.216 reclusos, repartidos en unas 840 celdas. En la prisión abierta en 2011 para relevar a la de Nanclares de Oca, en cambio, había 712 internos para 720 celdas. Es decir, la ocupación estaba por debajo de la mitad, toda vez que cada estancia dispone de litera para dos internos.

Otro dato: según la memoria de la Fiscalía de Vigilancia Penitenciaria, en el centro vasco ningún reo estaba clasificado en primer grado, el de aislamiento, reservado para los más conflictivos. Es una situación excepcional en del panorama penitenciario.

Además de una menor ocupación, Zaballa se levantó con un presupuesto de 115 millones y está dividido en doce módulos. Cada uno tiene patio, sala de estar, comedor, economato, consulta médica, taller ocupacional, aulas, peluquería y gimnasio. En la zona común quedan la biblioteca, el auditorio, el polideportivo y una piscina climatizada que fue objeto de polémica. Este equipamiento motivó que algunos sectores definieran el centro como una 'cárcel de lujo'. Instituciones Penitenciarias adujo que tendría «solo usos terapéuticos, no de ocio». Pese a ello, el Gobierno de Mariano Rajoy decretó en 2012 el cierre de todas las piscinas de las cárceles al entenderlas un despilfarro.

El edificio de enfermería tiene 64 camas y consulta de odontología, ginecología, traumatología y radiología. Entre las novedades de Zaballa está carecer de torre de control.

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