«Mi abuelo fue asesinado en la Casa Pedregal por ser socialista»
Arrancan los trabajos de exhumación en la fosa de La Lloba, en Castrillón, donde se cree que puedan estar los restos de unas cerca de 16 víctimas del franquismo
«Estoy muy emocionada y sobre todo feliz, porque yo pensé que me iba a morir sin ver cómo se abría esta fosa». Lo dice Laura González, ex presidenta de la Junta General del Principado de Asturias, quien cree que su abuelo podría encontrarse en la fosa común de La Lloba. Sin embargo, el sentimiento es compartido entre muchos de los familiares, que esta mañana se acercaron hasta la finca para ser testigos del inicio de los trabajos de exhumación.
Sobre un terreno complejo que durante estos días ha sido acondicionado por el grupo Arqueos, del Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Oviedo, se encuentra la fortificación militar del ejército republicano del año 1937. En un comienzo la fortificación se había construido para impedir la entrada de las tropas sublevadas por la zona, sin embargo, no entró nunca en servicio, convirtiéndose meses después en lugar de represión donde decenas de personas fueron asesinadas.
«Parece que en los meses siguientes en la caída al Frente Norte la Quinta Pedregal, en Avilés, se convierte en un centro de detención y represión y desde allí, sin juicios ni nada, hay ejecuciones irregulares en toda la comarca», explica Avelino Gutiérrez, director del grupo Arqueos. Precisamente una de esas fosas es la de La Lloba, aunque en la comarca se extienden otras más. «De algunas tenemos nombres de posibles víctimas y tenemos que seguir investigando para cruzar los datos, porque los mismos familiares no tienen certeza ni seguridad. Era todo irregular, clandestino, y no hay actas que digan que una persona represaliada está aquí. Son suposiciones o testimonios indirectos. Por ejemplo un conductor de un camión que se lo requisaron para traer aquí gente a fusilar», señaló González.
Por todos estos testimonios, muchos recogidos desde hace años por Georgina González, hay indicios de que en la fosa de La Lloba pueda haber 14 víctimas probables y otras 14 «un poco dudosas». Desde el grupo Arqueos insisten en que «nunca podemos hablar de certezas» y que «puede que no encontremos las personas que buscamos», aunque para las familias el hecho de haber comenzado con unos trabajos por los que llevan años esperando supone ya un hilo de esperanza.
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Recoger testimonios
Georgina González lleva desde hace años luchando porque se abra la fosa. Lo primero fue buscar a las familias y poco a poco fue reuniendo testimonios que llegan hasta 16 familias no solo de Avilés sino de Alicante, Francia y Canarias. «Yo no quería hacer una asociación, quería abrir la fosa de La Lloba», destaca. Muchas familias llevan desde 2003, cuando la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica denunció la obra de la A-8 que iba a pasar por la fosa y consiguió que se desviase, esperando por este momento por lo que a la hora de darles la noticia Georgina recuerda que «muchas no lo creen». «La gente quiere hacerlo y tiene muchas ganas, lo único que tienes que decirles es cómo», destaca y llama a las familias que tengan desaparecidos a dar una muestra de ADN para encontrarlos.
Al inicio de los trabajos han acudido además la viceconsejera de Derechos Ciudadanos, Beatriz González Prieto, y la directora general de Memoria Democrática, Begoña Collado, que han resaltado la importancia de comenzar con estos trabajos que suponen la sexta exhumación de la legislatura y una de las más importantes. «Hay muchas familias que llevan muchísimos años esperando que llegue este momento y eso creo que es motivo suficiente para intentar encontrar los restos de estas personas asesinadas y en muchos casos desaparecidas», destacó Beatriz González.
«Reivindicar la historia»
Tanto la viceconsejera como las familias destacaron esta mañana la importancia de «reivindicar la historia» ante la ola de discursos reaccionarios por parte, especialmente, de jóvenes. «Estamos viendo como hay un auge y una validación de lo que fue el régimen franquista por gente muy joven y eso viene como consecuencia del abandono del conocimiento de la historia en los centros educativos. De aquellos polvos, estos lodos. ¿Cómo es posible que con las barbaridades y las brutalidades a los que se sometió durante el franquismo a miles y miles de personas pueda haber gente tan joven diciendo que el franquismo era algo en lo que se vivía mucho mejor que ahora?», señaló la viceconsejera.
Junto a ella, Laura González destacó que «es terrible que esos jóvenes crean que una época en la que se asesinó masivamente a ciudadanos solo por sus ideas, crea que esa época fue mejor». Precisamente su testimonio sirve como ejemplo de la necesidad de reparación de las víctimas. «Creemos que mi abuelo está ahí entre otras muchas familias. Aunque él no apareciera, es importante que se abra esta fosa porque casi todos los que fueron asesinados en Casa Pedregal seguramente están ahí. Yo le debo esto a mi abuela Mercedes, que murió llorando porque no sabía dónde estaba su marido», explicó.
Amparo Iglesias, vecina de Avilés, espera también encontrar a su abuelo que «fue asesinado, no muerto en la guerra, asesinado en la casa Pedregal. Ahí le perdimos la pista». «Lo mataron por ser socialista. Salía de casa y había un señor de Avilés que decía: a ese hay que matarlo que es rojo. Y quedó mi abuela con cuatro hijos y otro en la barriga y se lo quitaron todo», recuerda. Pese a que no sabe si se encontrarán los restos de su abuelo en La Lloba, Amparo tiene la esperanza y la «ilusión» de, al menos, intentar encontrarlo.
La fosa de La Lloba es la que tiene «más indicios y testimonios indirectos de que a este punto exacto pudieron venir varios camiones con desaparecidos que fueron fusilados y arrojados a la trinchera». Las personas que crean que pueden tener un familiar en esta o en otras pueden ponerse en contacto con el Instituto de Memoria Democrática.
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