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«El viejo machismo ha mutado en los jóvenes»

«El viejo machismo ha mutado en los jóvenes»

Los quince centros asesores de la mujer de Asturias alertan sobre el aumento de la violencia de género

CHELO TUYA

OVIEDO.

Martes, 20 de noviembre 2018, 02:57

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Ana González escucha a las mujeres de Teverga, Candamo, Grao, Proaza, Quirós, Santo Adriano, Yernes y Tameza, Somiedo y Belmonte de Miranda. «A veces, también vienen las de Salas», apunta. Gemma Fernández hace lo mismo con las de Llanes, Amieva, Cabrales, Cangas de Onís, Caravia, Onís, Parres, Peñamellera (alta y baja), Piloña, Ponga, Ribadesella y Ribadedeva. «Atiendo a todo el oriente asturiano», explica. En el otro extremo de la región es Mayte Fernández la que tiene abierta la puerta de su despacho para las mujeres de Vegadeo, Castropol, El Franco, Grandas de Salime, Pesoz, los Oscos (San Martín, Santa Eulalia y Villanueva), San Tirso de Abres, Tapia y Taramundi.

Porque, aunque son quince, los centros asesores de la mujer asturianos, conocidos por sus siglas CAM, estos dispositivos «públicos, gratuitos y confidenciales», recalcan sus profesionales, «cubren a toda la región». Lo hacen, además de los tres citados despachos de Proaza, Llanes y Vegadeo, también desde Gijón, Oviedo, Avilés, Mieres, Langreo, Siero, Cabañaquinta, Cangas del Narcea, Luarca, Laviana, Nava y Pravia.

Una cobertura que llega, en muchas ocasiones, borrando la línea que separa el horario profesional del laboral. «Muchas usuarias tienen mi teléfono móvil», apuntan varias de las abogadas. Un plural femenino que rompe Rodrigo Vázquez, el único abogado de los quince CAM asturianos. El resto está dirigido por letradas que, como su compañero, dependen orgánicamente de los ayuntamientos o mancomunidades a los que representan, pero que tienen financiación del Instituto Asturiano de la Mujer. Una red que recibió el premio Purificación Tomás que otorga el PSOE de Oviedo y por la que pasan más de 6.000 mujeres al año. Una de cada tres, por maltrato.

«Antes, las víctimas eran mujeres con los hijos criados. Ahora son chicas acosadas por el novio»

«Nosotras no llevamos el caso en el juzgado. Nos encargamos de asesorar a las mujeres y de coordinar todo a lo que tengan derecho. Para los juicios, tenemos suscrito un convenio con los colegios de Abogados de Gijón y Oviedo», cuenta Eva Lázaro, que lleva el CAM de Gijón. Uno de los que más volumen mueve cada año, tanto que en la oficina hay ya dos abogadas y, también, una psicóloga. Este último servicio es una novedad que sumarán todos los CAM asturianos «con los recursos del Pacto de Estado». De hecho, el Principado se comprometió a incrementar en 50.000 euros los fondos para la red y llevar a los quince centros un profesional del área psicológica.

Difícll rehabilitación

Mientras llega el presupuesto, la acción del Pacto de Estado que ya se ha implantado es que los CAM tengan acceso al Sistema Integral de Seguimiento de los casos de Violencia de Género. Es el denominado VioGen que marca el grado de alerta en que se encuentra una víctima de maltrato y determina la protección que necesita. «En la zona rural, el seguimiento policial suele ser por teléfono. A nosotras, la mujer nos viene a ver al despacho y solo con la cara que trae ya sabemos si hay que indagar un poco más porque algo ha pasado», apunta María José Fernández. Es, precisamente, la responsable del CAM de Cangas del Narcea la que señala una de las posibles causas de que la violencia de género acumule ya en lo que va de año 44 feminicidios, de ellos tres en Asturias. «El viejo machismo ha mutado en los jóvenes. Antes, las víctimas eran mujeres de más de cuarenta años con los hijos criados. Ahora son chicas jóvenes acosadas por el novio».

Una aseveración que comparten el resto de profesionales de los CAM. «Se necesita más educación en igualdad», reclama Ana González, responsable del dispositivo de Teverga, quien lamenta el éxito «de determinada música y algunos programas de televisión». «Volvemos al amor romántico, pero ahora con una confusión total entre la relación afectiva y la sexual», explican. «Porque la información que reciben es la del porno, que consumen desde edades cada vez más tempranas», lamenta Eva Lázaro.

Una necesidad de formación en igualdad que no limitan a las generaciones que se están formando ahora. «Es necesario que toda la sociedad la reciba. Tenemos que tener una visión trasversal de la igualdad», reclama Sonia Díaz. La responsable del CAM de Mieres señala la dificultad diaria «para acabar con los estereotipos», algo que ocurre «también en el sistema judicial», lamenta Elena Ocejo, al frente del de Langreo.

Donde tienen todas pocas esperanzas es en la recuperación del agresor. «Tenemos asesinos de mujeres que renuncian a su pensión para que no cobren sus hijos», recuerdan. Para evitar que las víctimas pierdan derechos, dicen «estamos los CAM». Y para que no haya más sillas vacías.

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