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R. MUÑIZ
OVIEDO.
Sábado, 10 de febrero 2018, 01:55
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Hubo un tiempo en el que «fabricantes de otras partes veían el 'chollo' que suponía vender chorizo, morcilla y compango como los de Asturias, aunque tuvieran una calidad distinta». Lo recordó ayer César García, presidente de la Asociación de Industrias Cárnicas del Principado (Asincar). La organización se formó en 2012 y eso «cerró el paso» a los foráneos, explicó. Una vez registrado el sello y aprobado cómo es en realidad el tradicional proceso de fabricación y ahumado, tocó expulsar del mercado a quienes se vendían como chacinería asturiana lo que no lo era. «Hablamos con los centros de compra de las grandes superficies, para que supieran que si querían vender producto asturiano de verdad, tenían que dejar de etiquetar lo que no lo era», dijo García.
Luego se llamaron a los impostores. En medio centenar de casos, hubo que enviar burofax con requerimientos notariales para que cesaran. «Chorizo asturiano es una etiqueta, y para ponerlo en grande en el producto hay que estar en la marca», ilustró la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez.
Ambos recordaron ayer esa batalla antes de firmar la incorporación de las 24 empresas de Asincar a Alimentos de Asturias, «una marca que garantiza, mediante controles y certificación, la elaboración de los productos, con requisitos de calidad muy elevados y las más exigentes normas de seguridad», defendió la consejera. La incorporación permitirá promocionar el producto en mercados del resto del país y el extranjero.
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