Secciones
Servicios
Destacamos
Gijón
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Viernes, 25 de mayo 2018, 01:47
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Ya están preparando la prueba de acceso a la Universidad, a la que llegan en ambos casos con un diez de media. Los dos, que han cursado el Bachillerato de Ciencias, quieren estudiar el doble grado de Física y Matemáticas en Oviedo, con una nota de corte que supera el 12. Todo puede pasar en la EBAU, pero Manuel Iglesias, del IES Aramo, y Guillermo Mera, del IES Pando, creen que van preparados, especialmente después de haber ganado en las Olimpiadas de Química y Física, pruebas que han hecho fuera de su instituto, con otros alumnos, y «mucho más difíciles y más extensas». En Física, además de cuatro horas de una fase teórica, realizaron otra práctica, «muy experimental» en la que tuvieron que calcular el índice de refracción de una varilla de vidrio, algo que «no se incluye ni siquiera en el currículo porque no da tiempo», señala Guillermo, muy sorprendido por la falta de apoyo económico e institucional del Ministerio de Educación a estas pruebas, algo que recientemente también han criticado las reales sociedades de Física, Química y Matemáticas.
Cree, como Manuel, que es una oportunidad perdida de promocionar a quienes destacan y coinciden en que «sería un buen lugar para que las universidades captaran talento», aunque las profesoras del IES Aramo María Fernanda Fernández, de Física, y Ana Isabel Cuesta, de Química, indican que sí hay instituciones académicas en dichas pruebas que sí premian a los 'oros', entre ellas la Complutense, con la matrícula gratuita en Física, o la de Barcelona, con becas. En las fases internacionales, las instituciones más prestigiosas están a la 'caza' de los mejores.
Y es aquí dónde surge la pregunta: ¿deberían estas pruebas tener un valor más allá del orgullo de haber ganado, de tener un diploma acreditativo? Guillermo cree que «algún tipo de ayuda al estudio debería haber» y Manuel, como Antonia Salas (de la olimpiada de Matemáticas), es partidario de que pudieran reconocerse, por ejemplo, como créditos de libre configuración. «Se puede plantear», concluye Javier Gil, de Filosofía.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.