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ALFONSO TORICES
Madrid.
Miércoles, 8 de abril 2020, 03:03
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El Consejo Escolar del Estado, el máximo órgano asesor en materia de Educación, acordó ayer proponer al ministerio y a las comunidades que impartan las instrucciones pertinentes para que tanto los suspensos como las repeticiones de curso se conviertan este año en algo «excepcional» en todos los niveles educativos no universitarios, de Infantil a Bachillerato o FP.
El órgano que engloba a todos los representantes de la comunidad escolar española -profesores, padres, alumnos y expertos- no llega tan lejos como las autoridades educativas italianas (que han decidido dar el aprobado general a los alumnos), pero sí que consideran que, dadas las «circunstancias especiales» provocadas por la pandemia, que obligaron a suspender el pasado 12 de marzo las clases presenciales sine die, «la evaluación final negativa y la repetición deben ser recursos extraordinarios, mesurados y adoptados por el equipo docente» de forma colegiada.
El consejo justifica su petición de alta flexibilidad en su convencimiento de que las autoridades educativas -que acordarán entre esta semana y la próxima cómo se desarrollará la última fase del año académico- «deben asegurarse de que ningún estudiante pierda el curso por la situación creada por el coronavirus». No obstante, los miembros de la comisión permanente, reunidos de forma telemática, no llegaron tan lejos como pretendía la asociación de estudiantes Canae, que presentó una enmienda que acabó derrotada. Exigía al ministerio un cambio excepcional en la normativa que prohibiese este año repetir curso.
Asimismo, la comunidad educativa considera que cualquiera que sea la evolución del estado de alarma y del confinamiento, el calendario no debe ser alterado y el curso tiene que terminar según estaba previsto, sobre el 22 de junio, con pequeñas diferencias según las autonomías. Nadie es partidario de alargar la enseñanza o las evaluaciones a julio. Entiende que, mientras se mantenga la enseñanza 'online', la programación no puede implicar el retraso de los alumnos que no dispongan de los medios para seguirla, por lo que debe centrarse en el repaso de contenidos y competencias fundamentales impartidas hasta marzo y solo si se pueden retomar las clases presenciales, se podría incorporar algún contenido fundamental.
El consejo defiende que la evaluación del tercer trimestre, salvo retorno 'in extremis' a las aulas, se realice desde casa, de forma telemática o por cualquier otro procedimiento que no discrimine a los estudiantes afectados por la brecha digital. En su caso, habría seguimientos personalizados. Considera que si la evaluación del tercer trimestre es positiva debería servir para aprobar todas las asignaturas (aunque tuviese algún suspenso parcial previo). Y una nota baja al final no tiene por qué suspender en una evaluación continua.
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