El contrato del Plan de Lagos acaba en un año y facilita al Principado exigir mejoras

Tras el vuelco el pasado lunes de un autobús las administraciones y la concesionaria, Alsa, se afanan por mejorar la seguridad con medidas adicionales a las que había. La empresa ya seleccionaba a sus mejores conductores para esta conexión, exigiendo un número de años de experiencia y no haber tenido partes. Además hay un periodo de formación y un sistema de comunicación vía satélite para que se coordinen en la carretera. En 30 puntos determinados de la vía tenían que comunicar al resto su posición. Los vehículos por otra parte pasaban revisiones más intensas que en otros servicios.

El Principado quiere ahora fijar esa operativa de cruces en un protocolo, y hacer obligatorios que los rebases se produzcan ahí. Los técnicos analizarán hoy las posibilidades de ampliar con sobreanchos esos puntos. Además la parte pública y la privada estudian de qué manera pueden reducir el número de autobuses que circulan a la vez por la carretera.

A la hora de fijar nuevas reglas de juego hay condicionantes sobre la mesa. De un lado, está el volumen de turistas que atiende el Plan de Acceso a los Lagos. El sistema venía creciendo año tras año hasta la pandemia sin fijarle un cupo máximo. El 20 de abril de 2019 alcanzó el máximo en un solo día, 7.052 usuarios, contingente que requiere para su traslado de al menos 252 circulaciones por sentido con el modelo 'tourismo' de 48 asientos. El entonces consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño, reconocía que «el entorno de los Lagos tiene una capacidad máxima que se está rozando los días de más de 6.000 viajeros». La operativa está por tanto en umbrales de saturación que aconseja a ir un sistema de cupos para no colapsar, cuidar el entorno y reducir riesgos.

Otro de los condicionantes deriva de la situación concesional, próxima a su expiración. Automóviles de Luarca S. A. U. logró por sistema de adjudicación directa en noviembre de 2009 la concesión zonal Z-0091, que atiende a los concejos de Cabrales, Cangas de Onís, Caravia, Colunga, Llanes, Nava, Noreña, Onís, Oviedo, Parres, Peñamellera Alta, Peñamellera Baja, Piloña, Ribadedeva, Ribadesella, Sariego, Siero y Villaviciosa. El servicio lanzadera del Plan de acceso no tuvo una licitación específica, sino que se incorporó a las conexiones de este contrato.

Se trata de un convenio en cumplimiento del cual el Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) abonó 2,6 millones al adjudicatario el pasado año en compensación por todas las rutas declaradas de servicio público de ese contrato. Es la cuarta zona que más subvención recibe tras las concesiones Z-3376 (de Alsa y que captó 5,1 millones del erario), la Z-0206 (de Transportes Bimenes, con 4,1 millones) y la Z-0203 (de Ebrobus, con 3,3 millones).

El contrato en vigor expira en noviembre de 2024. Del lado de la administración, la cercanía de la fecha le obliga a aclarar las condiciones que quiere exigir en el nuevo acuerdo y cómo lo tramitará. Del lado privado debe hacer números para ver si le compensa invertir en una concesión que puede acabar en otras manos o al contrario, esforzarse para estar en mejor condición para mantenerla.

El contrato es parte de un grupo de 47 concesiones prorrogadas por el CTA en 2019 cinco años a petición de los adjudicatarios. Aquel acuerdo fue impugnado por la Comisión Nacional de la Competencia, aduciendo que los contratos originales no preveían la ampliación y aceptarla cerraba el mercado asturiano a otros inversores. Los jueces inadmitieron el recurso por presentarlo «de manera manifiestamente extemporánea», en marzo de 2020 pese a conocer la situación al menos desde septiembre de 2019.