Más de 380.000 asturianos, afectados desde el viernes al cerrar ocho concejos en riesgo extremo

Cuando un concejo entra en esa nueva categoría sabe a lo que se enfrenta: cierre perimetral, clausura de la hostelería de interior, limitación de aforo al 20% de los comercios de más de 300 metros cuadrados (supermercados incluidos), cierre de gimnasios, reuniones limitadas a un máximo de cuatro personas y, en domicilios particulares, solo de convivientes. Así, al menos, durante catorce días.

El viernes, cuando estas medidas se empiecen a aplicar en Gozón, serán ya 381.000 los asturianos afectados por estas restricciones. El 37% del total de la población del Principado. El resto, de momento, puede respirar más o menos tranquilo. Pero sin confiarse. El Observatorio de Salud confirmaba ayer que, por ahora, «no hay ningún otro concejo que lleve un día más superando umbrales relativos al nivel de riesgo 4+».

¿Qué umbrales son esos? En función de criterios demográficos (esto es, de población), Salud ha establecido tres requisitos.

Primer requisito. Un concejo debe llevar al menos tres días consecutivos en un nivel de alerta 4 (el más alto de los que establece el Ministerio de Sanidad) en cuanto a los indicadores de transmisión. Asturias se fijará concretamente en los datos de incidencia acumulada a 14 días en población general y en mayores de 65 años. Si hay más de 250 casos por 100.000 habitantes en el primer grupo y más de 150 en el segundo, se pasa automáticamente a ese nivel 4. Se tienen en cuenta estos dos indicadores (y no los otros cuatro que contempla el ministerio, como la incidencia a 7 días, la trazabilidad o la positividad de las pruebas de diagnóstico) porque son los que «nos muestran una tendencia». De esta forma, explicó el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, se evitan tomar decisiones precipitadas ante una situación que, si se observaran las incidencias a siete días, pudiera ser circunstancial y no una tendencia consolidada.

Este requisito no fue comunicado el pasado fin de semana, cuando la Consejería de Salud informó de cuáles serían los criterios a la hora de aplicar las nuevas restricciones. De ahí que, atendiendo a los dos requisitos que sí comunicó, la cifra de concejos que se podían ver afectados fuera mucho mayor de lo que realmente ha sido esta semana.

Segundo requisito. Tener una incidencia acumulada a 14 días general o en mayores de 65 años superior a los 325 y los 195 casos por 100.000 habitantes respectivamente. En los concejos de más de 30.000 habitantes bastará con cumplir uno de estos dos requisitos. En los de menos de 30.000 habitantes, deberán concurrir los dos.

Tercer requisito. Presentar una trazabilidad por debajo del 75% durante al menos tres días seguidos. Ese porcentaje da una idea de los casos de los que se conoce dónde se ha producido el contagio. Cuanto menor sea ese porcentaje, peor. Significará que no se es capaz de identificar la fuente del contagio.

Los responsables de la Consejería de Salud, que ayer explicaron de forma pormenorizada el nuevo modelo de determinación del nivel de riesgo extremo, defienden que este modelo de actuaciones por municipios es más justo que el de aplicar medidas restrictivas de mayor calado a toda la comunidad. La situación de Asturias, «aún siendo grave en global, presenta diferencias geográficas, con concejos con situación de extrema gravedad que requieren de medidas más restrictivas, como cierres perimetrales, que no sería proporcionado tomar en concejos que no tiene dicha situación extrema», ahondaban ayer los responsables del Observatorio de Salud.

«Se trata de tomar las medidas que son necesarias allí donde son necesarias», apuntó María José Gómez Castro, técnico de Salud Pública de la consejería.

Se decide apostar por este modelo, actuando cuando los indicadores de transmisión son elevados (como queda dicho, los concejos tienen que llevar al menos tres días en el nivel de riesgo alto según criterios del ministerio para pasar al nivel 4 plus), porque «si esperamos a llegar al nivel 4 en todos los indicadores» del semáforo de Sanidad -incluidos los de presión asistencial, es decir la ocupación de camas de hospitalización y UCI-, «ya es muy tarde», advirtió Rafael Cofiño.

El sistema está pensando para lograr dos objetivos. Por un lado, tomar medidas estrictas de contención en aquellos concejos que así lo requieran antes de que se llegue a un escenario de posible colapso sanitario. «La situación de transmisión es grave y, ante el aumento de casos en personas mayores, algo que nos diferenciaba de la segunda ola, y aún con la esperanza de que se empiece a notar la vacunación en residencias, no queremos esperar a la saturación hospitales en la toma de decisiones», justifican fuentes de Salud. El otro objetivo es que esas restricciones sean proporcionales a la situación de cada concejo.

Gijón, aunque presenta datos que no invitan al optimismo (está en un nivel 3, riesgo alto, en cuanto a la transmisión y es preocupante sobre todo la incidencia acumulada a 14 días en mayores de 65 años) escapa de momento del nivel 4 plus.