Asturias vuelve a superar los doscientos contagios en un día con 13 muertes más
La región ha registrado 226 casos positivos y 36 ingresos hospitalarios | La tasa de positividad aumenta a 6,33%, según el criterio del Ministerio de Sanidad
LUCÍA R. LORENZO
Domingo, 6 de diciembre 2020, 14:26
Asturias vuelve a superar los doscientos contagios detectados en un día. 226 personas conocieron ayer que estaban afectadas por esta enfermedad. Trece han sido los fallecimientos registrados en las últimas 24 horas. Se trata de ocho mujeres de 72, 81, 82, 89, 91, 92, 93 y 95 años, y cinco hombres de 74, 83, 83, 94 y 98. Siete de estas personas tenían su domicilio en un centro residencial de mayores.
Descienden los ingresos hospitalarios en la jornada del sábado, en total 36 personas fueron hospitalizadas, 35 en planta y 1 en UCI. Además, se registraron 27 altas. El viernes eran 53 las personas que requerían atención hospitalaria.
Actualmente, en el Principado hay 604 pacientes hospitalizados con confirmación o sospecha de coronavirus y otras 122 personas afectadas permanecen en unidades de cuidados intensivos.
El Servicio de Salud del Principado realizó 4.582 pruebas esa jornada (361 menos que la anterior), y la tasa de positividad se incrementó más de un punto respecto al viernes (6,33%), según el criterio del Ministerio de Sanidad. Una tasa que vuelve a alejarse por el recomendado por la Organización Mundial de la Salud (5%) para tener controlada la pandemia.
La evolución de la tendencia será clave en los próximos días para saber si la hostelería y el turismo podrán reabrir, al menos parcialmente. El consejero de Salud, Pablo Fernández, lo dejó claro ayer. Esto se llevará a cabo si la incidencia acumulada de los últimos siete días consigue bajar, por lo menos, a 125 por 100.000 habitantes este miércoles. Según el último informe elaborado por Sanidad este viernes, esta tasa se situaba en 139,2 en Asturias.
Asturias continúa en riesgo alto y no puede bajar la guardia. Las autoridades sanitarias recomiendan el uso de mascarilla en interiores si hay personas mayores de 65 años o con patologías de riesgo. También, piden que las reuniones familiares se celebren solo con personas convivientes.
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Medidas para evitar la tercera ola
Asturias aún tiene mucho trabajo por delante para dar jaque al coronavirus. Desde el 29 de febrero, cuando se detectó el primer contagio, hasta ahora, ya son casi 24.350 los asturianos que se contagiaron y dieron positivo en las pruebas. El viernes fueron 176 los nuevos contagios detectados, y las altas (121) duplicaron a los ingresos (53). Esto supuso un alivio en la presión, sobre todo, de las plantas de los hospitales donde permanecían 600 pacientes. En las UCI eran atendidas 124 personas. También aminoró la tasa de positividad al 5,10%, una cifra que aún sigue por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (5%) para tener controlada la pandemia. 15 personas fallecieron. Se trataba de nueve mujeres y seis hombres, entre los 66 y los 94 años. Cinco de ellos residían en geriátricos.
Pese a que los datos mejoran, Asturias continúa en riesgo extremo en la evolución de la pandemia, y así lo recalcó el presidente del Principado. Las autoridades regionales insisten en que no se puede bajar la guardia. Instan a la ciudadanía a evitar las aglomeraciones y a limitar sus contactos estrechos. «Sal de casa para lo estrictamente necesario y ventila adecuadamente los espacios cerrados», insistió Adrián Barbón.
Las medidas que dan resultados a corto plazo tienen una utilidad limitada y hay que mirar más allá, dicen los expertos. El objetivo es evitar una tercera ola. Esta tercera fase podría llegar en enero si se relajan las restricciones en Navidad, explica Pedro Arcos. El epidemiólogo y director de la Unidad de Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo indica que si las medidas restrictivas se mantuvieran el tiempo suficiente, en enero habría pequeños picos de incidencia en lugar de una tercera ola de gran tamaño.
Las restricciones no deberían levantarse hasta que se tuviera una incidencia acumulada en las últimas dos semanas de 50 casos por 100.000 habitantes, detalla. Según los datos recogidos este viernes, esta tasa se situó en 324,5 por 100.000 habitantes, por lo que reconoce que todavía estamos lejos.
Dependiendo del rumbo que acuerden las autoridades para la región, Pedro Arcos dibuja dos escenarios posibles. El primero es mantener las restricciones hasta después de Navidad para poder llegar a enero con una tasa de alrededor de 50 u 80 casos.
De esta manera, explica que «no se comprometería el funcionamiento hospitalario y tendríamos suficientes camas generales y de UCI para posibles ingresos». Además, con la tasa de incidencia en ese nivel sería también posible recuperar la actividad asistencial no-covid, señala. «Se volverían a tratar adecuadamente las patologías agudas y crónicas que dejaron de atenderse y no seguir aumentando las listas de espera», detalla. Esta problemática en las listas de espera ya viene de atrás, insiste, y la pandemia la agravó.
El segundo escenario se daría si se relajan las medidas de manera precoz. En este caso, Arcos advierte de que la situación sería muy diferente. «Con una incidencia acumulada las últimas dos semanas de 300 casos por 100.000 habitantes (seis veces por encima del objetivo), habrá probablemente una tercera ola en enero», avanza. Esto significaría además que volveríamos a forzar la presión hospitalaria.
Hay que considerar que la Navidad, como cualquier otra celebración que implica movilidad y agregación poblacional, es en sí misma un factor de riesgo, señala. «Los epidemiólogos sabemos que ha habido grandes epidemias relacionadas con celebraciones religiosas o sociales. Diciembre, debido a la Navidad, es un mes muy diferente de otros como enero, febrero... que tienen actividad normal», expresa.
Esta será la dinámica de la epidemia, sostiene, en tanto no consigamos mediante la vacunación que el 60 a 65% deje de ser susceptible y adquiera inmunidad de grupo. «Todo dependerá en gran medida del uso que hagamos de las restricciones ya que, por el momento, son nuestras únicas herramientas», insiste.
Escenarios futuros
Existen diferentes escenarios para las sucesivas olas, especifica, y estos varían según las medidas adoptadas y su duración. La Escuela de Higiene y Medicina Tropical de la Universidad de Londres ha desarrollado un modelo matemático para ello. Este permite estimar los impactos en cada uno de los escenarios según las medidas adoptadas. La Unidad de Investigación en Emergencia y Desastre de la Universidad de Oviedo que forma un consorcio de investigación, entre otros, con este centro londinense ha aplicado este modelo matemático a Asturias. Arcos es su director, e indica que en el caso de Asturias el escenario de un cierre completo de cuatro semanas -equivalente a un confinamiento-, con las escuelas abiertas, reduciría los ingresos hospitalarios en un 41%, la ocupación máxima de las UCI un 40% y las muertes un 44%.
Si el cierre es superior a cuatro semanas, bajarían las muertes, pero no sustancialmente la presión hospitalaria. Y si el cierre es precoz, se reducirían los decesos y las hospitalizaciones a corto plazo pero, una vez levantadas las medidas habría un resurgimiento de casos. En cambio, en un escenario de restricciones graduales, los ingresos bajarían un 14%, la ocupación de las UCI un 20%, y las muertes un 19%.
Si a uno de estos dos escenarios se añade el cierre de las escuelas reduciría solo un 3% adicional los muertos y un 2% adicional la ocupación de las UCI. Por tanto, concluye, las medidas de cierre completo siempre consiguen reducir más las muertes, frente a las restricciones menos estrictas o las medidas graduales. Sin embargo, implican un mayor impacto socioeconómico.
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