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EVA FANJUL
GIJÓN.
Jueves, 26 de noviembre 2020, 00:55
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Hasta 48 horas de espera por una cama en las Urgencias de Cabueñes. Este es el tiempo que algunos pacientes 'no covid' han permanecido en el servicio hasta que pudieron ser traslados, ya durante la jornada de ayer, a la planta de ingreso. Lo vivido no fue de tanta incidencia como aquel hacinamiento de pacientes registrado en octubre, pero sigue alertando de la escasez de espacio de ingreso del que dispone el hospital gijonés. La mayor dificultad está ahora en acoger a los pacientes con patologías no vinculadas a la covid, ya que poco a poco, planta a planta, el hospital gijonés ha ido centrando sus recursos en atender la altísima demanda de pacientes de covid-19 y bajo sospecha generada en el Área Sanitaria V durante las últimas semanas.
A esto se suma que algunas plantas de las llamadas limpias, es decir, sin casos de coronavirus, tuvieron que cerrar tras verse afectadas por algún brote. Esto es lo que ocurrió con la 8 impar, la planta del servicio de neurología, en la que también se encuentra la Unidad de Ictus. Ambas reabrían ayer tarde tras permanecer cerradas después de detectarse varios contagios. Una vez desinfectadas, su apertura agilizó el ingreso de pacientes que esperaban en Urgencias. La espera de estas personas se hace «larga» para pacientes y sanitarios. A diferencia de la los casos de sospecha y positivos que se atienden en la planta 0 y en el box de la -1, «los pacientes 'no covid' no disponen de un espacio específico de espera y si no ingresan pronto, acaban esperando en el pasillo de Urgencias», explican fuentes sanitarias
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La presión en Urgencias de Cabueñes ha bajado en los últimos días. Sin embargo, el nivel de hospitalización sigue siendo «altísimo» y el centro «continúa lleno», con 193 pacientes covid en planta aseguran los sanitarios. Una presión máxima en cuidados intensivos, donde 36 de sus camas operativas permanecían ayer ocupadas y no se dispone de más plazas en el espacio de críticos habilitado en la Unidad de cirugía Sin Ingreso (UCSI) «por falta de personal», afirman fuentes sanitarias.
Para hacer frente a esta altísima demanda asistencial y atajar el colapso de los servicios, parte de la plantilla de Cabueñes trasladó ayer a la gerencia del centro la necesidad de contar con una mayor coordinación a la hora de organizar los ingresos. Para ello proponen «la incorporación de la figura de un gestor de casos, que se encargue de optimizar las hospitalizaciones».
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Los sanitarios del Área V piden «previsión para evitar un nuevo caos en el hospital» y advierten de que «lo peor puede estar por venir» con la llegada del frío y la confluencia de otro posible repunte de la covid, la gripe y las infecciones respiratorias. Insisten en que «estábamos advertidos de lo que podía pasar en octubre y colapsamos. Ahora sabemos lo que puede suceder si llega una tercera ola y no podemos decir que no sabíamos lo que iba a pasar».
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