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Uno de los almacenes desde los que el Sespa reparte todo el material sanitario contra la covid. MARIO ROJAS
Coronavirus en Asturias | Salud usará 145.000 test de antígenos para frenar la covid desde Primaria y Urgencias

Coronavirus en Asturias | Salud usará 145.000 test de antígenos para frenar la covid desde Primaria y Urgencias

El Sespa realiza compras planificadas para contar con reservas estratégicas de material para al menos cuatro meses

YAGO GONZÁLEZ

OVIEDO.

Viernes, 27 de noviembre 2020, 01:07

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Los test de antígenos se han convertido en la gran novedad médica para combatir la pandemia, a pesar de las reticencias que despiertan en algunos expertos. Es uno de los productos que en las últimas semanas ha destacado en los pedidos de material sanitario por parte del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa). En total, el Principado cuenta con unas reservas de 145.000 unidades, indicaron de la sanidad asturiana.

Todos estos test se irán repartiendo por los diferentes centros de salud y servicios de Urgencias. Óscar Suárez, coordinador de gestión asistencial del Sespa, aseguró ayer que hasta la fecha se han practicado con ellos «cerca de «6.000 pruebas».

Los test que se están distribuyendo proceden principalmente de dos laboratorios, Abbott y Roche. Su precio oscila entre los 5 y 8 euros en el mercado mayorista. A comienzos de mes, el Principado comenzó a hacer uso del primer lote de 50.000 unidades. Y recientemente ha recibido otro de 45.000 por parte del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa). En los próximos días, este mismo organismo enviará otra remesa de 50.000. En total, 145.000.

Los expertos señalan que los antígenos son más rápidos que las PCR, pero no tan eficaces para detectar asintomáticos

La compra de antígenos que está haciendo el Principado depende mucho de la evolución diaria de la pandemia y, por tanto, está muy expuesta a cambios e incrementos de pedidos. Por lo general, el Sespa realiza todos sus encargos de material (batas, mascarillas, guantes, gafas...) con una planificación de semanas y procurando siempre contar con reservas estratégicas para al menos cuatro meses. Las compras se centralizan en dos almacenes, desde donde se reparten a las diferentes áreas sanitarias de Asturias. Una de las naves tiene 2.000 metros cuadrados de superficie y la otra, 5.000. En esta última se guardan productos más grandes y de más difícil manejo, como por ejemplo, las camas del hospital del recinto ferial de Gijón. Las autoridades asturianas no quieren revelar la ubicación de los almacenes para evitar robos.

La ventaja de los antígenos frente a las PCR es que en quince o veinte minutos ofrecen el resultado. Mientras las PCR detectan el material genético del virus, la prueba de antígenos busca alguna de sus proteínas ubicadas en su nucleocápside (la parte más central, donde reside su ARN). Según explican desde uno de los laboratorios más activos en su suministro, «puede haber empresas que desarrollen un test que se focalice en detectar un tipo de proteínas en particular, y otros que se centren en otras».

Complementarios, no únicos

El test de antígenos ha sido también objeto de polémica. La primera región española en generalizar su uso fue la Comunidad de Madrid y, aunque en un principio otras autonomías se mostraron escépticas sobre su eficacia, casi todas han acabado haciéndose con suministros.

Pedro Arcos, profesor de Epidemiología en la Universidad de Oviedo, señala que, en comparación con las PCR, los test de antígenos «son menos sensibles a la hora de percibir la carga viral, por lo que corren el riesgo de no detectar algunos casos en los primeros días del contagio». La parte buena es que «no requieren de una logística complicada», ya que, por la inmediatez de su resultado, no es necesario enviarlos al laboratorio.

Una opinión similar tiene Daniel López-Acuña, ex dirigente de la OMS: «Los antígenos son más rápidos y baratos, pero en ningún caso deben usarse como sustitutos de las PCR, sino como pruebas complementarias. Se deben usar en centros sanitarios para personas con síntomas, en ningún caso deben utilizarse para cribados poblacionales».

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, dijo ayer en el Congreso que estos test «deben usarse en situaciones muy concretas, pero su uso masivo antes de la Navidad no es la solución».

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