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El AVE Madrid-León, inaugurado en septiembre de 2015. EFE
El Tribunal de Cuentas de la UE critica el coste y velocidad del AVE a Asturias

El Tribunal de Cuentas de la UE critica el coste y velocidad del AVE a Asturias

Su análisis censura la escasa rentabilidad y la injerencia política, aunque sitúa fuera de España los peores sobrecostes

Ramón Muñiz

Gijón

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Miércoles, 27 de junio 2018, 01:56

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Visto con ojos economicistas la red de alta velocidad es un desastre en Europa. Al menos es lo que le ha parecido al Tribunal de Cuentas Europeo, que acaba de emitir un informe tras analizar catorce líneas. El proyecto asturiano es a través del tramo Madrid-León, 345 kilómetros de infraestructura cuyo coste se estimó al inicio en 4.062 millones y por el cual se acabó pagando un 33,3% más. La variación es moderada si se la compara con el sobrecoste del 76,1% acumulado en la línea Berlín-Munich o el 622% que se disparó la Stuttgart-Munich.

El precio de esta última alcanzó los 49,7 millones por kilómetro de línea, el más elevado de la muestra, superando los 43,4 millones por kilómetro invertidos en la alta velocidad Milán-Venecia. Los auditores dejaron fuera de su trabajo a la variante de Pajares, el tramo más caro de la red del AVE nacional, con más de 71 millones por kilómetro.

El Tribunal cuestiona cómo se está gestionando la red, atribuye a la injerencia política que se materialicen tramos sin conexión, y duda de todas las planificaciones que acuña la UE para obtener una red troncal en el año 2030. También es duro al analizar la rentabilidad de los proyectos, sobre todo los españoles, que absorbieron la mitad de las ayudas comunitarias otorgadas a este tipo de infraestructuras. «La mayoría de los estudios en España, independientemente de la región y las características del proyecto, mostraron resultados muy similares y una relación coste-beneficio relativamente baja. En realidad, algunos proyectos tienen solo una posibilidad limitada de viabilidad a partir de una cierta perspectiva del beneficio económico-social». Es lo que achaca a la sección Venta de Baños-León por ejemplo. Al pedir ayudas a la UE para estas obras el Ministerio de Fomento presenta estudios de viabilidad donde al final si el resultado de cada obra no es ruinoso es por el beneficio social que le atribuye.

Con todo, mucho se ha cuestionado a las inversiones españolas al confrontarlas con el ahorro de tiempo que procuraban. La línea Madrid-León por ejemplo exigió 57 millones por cada minuto de viaje que redujo, uno de los esfuerzos más moderados. Por cada 368,7 millones en la obra de Stuttgart-Munich se arañaba un minuto, mientras Milan-Venecia se situó en los 241 millones por minuto. La explicación de la diferencia, y de que la UE invirtiera en la red española, estriba en la antigüedad de las líneas convencionales a las que tenía que sustituir.

El informe también censura la escasa velocidad en determinadas líneas. En Madrid-León el tren más lento va a 135 kilómetros por hora, ninguno pasa de los 164 y ello pese a que la infraestructura se diseñó para alcanzar los 350.

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