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Marta Pérez, gerente de Valnalón.
Treinta años de emprendimiento en Valnalón

Treinta años de emprendimiento en Valnalón

La Ciudad Tecnológica ha ayudado a crear 729 empresas en este periodo

susana baquedano

Jueves, 2 de febrero 2017, 00:56

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Si no existiera habría que inventarla. A punto de cumplir 30 años de vida, la ahora llamada Ciudad Tecnológica de Valnalón ha ayudado a la creación de 729 empresas, que en sus inicios generaron cerca de mil empleos y que se han ido multiplicando a medida que estas compañías fueron despegando. Pero este espacio no solo ha supuesto un importantísimo revulsivo para el desarrollo económico de la Cuenca del Nalón, sino que ha colocado a La Felguera y a Asturias en el mapa internacional, como un referente de la educación emprendedora.

Dependiente de la Consejería de Industria, Empleo y Turismo, este Centro nació en 1987 de la mano del Gobierno del Principado con el objetivo de regenerar, promocionar y dinamizar la industria de la zona, aprovechando el suelo y los edificios que ocupaba la antigua fábrica siderúrgica de Duro Felguera, cerrada en 1984. Físicamente, los cambios fueron considerables: de un espacio desértico en términos empresariales y gris, ha pasado a ser una especie de «caleidoscopio», como lo define su gerente, Marta Pérez, «donde conviven una gran diversidad de pequeñas y medianas empresas; jóvenes emprendedores con profesionales experimentados, centros de formación con un museo Es todo un ecosistema del emprendimiento vivo».

Además, el comercio y la hostelería de La Felguera se ven beneficiados por la cercanía con este centro de empresas, lo que ha propiciado «un buen ambiente» en toda la localidad langreana.

La Ciudad Tecnológica de Valnalón cumplirá en abril su treinta aniversario, al que llega en un momento en el que sus gestores «sabemos dónde estamos y qué queremos. Es el momento de asentar proyectos». Marta Pérez se refiere, por ejemplo, a la red emprendedora, integrada por aquellas personas que han interactuado con Valnalón y ahora ofrecen su tiempo para impartir charlas en centros educativos; a los programas de educación emprendedora que exportan a otras comunidades, pero también a países de África, Asia o América, o al semillero de proyectos, que solo en el año pasado propició la creación de 59 empresas.

«Somos inquietos, innovadores y estamos continuamente experimentando», dice Pérez refiriéndose a una plantilla formada por 20 profesionales de ámbitos tan diversos como la psicología, el arte, la biología, la economía o la pedagogía, por citar algunos. «Somos profesionales polivalentes. Creemos en lo que hacemos», destaca.

La trayectoria de Valnalón también ha estado cubierta de sombras. «En los primeros años nos convertimos en expertos en demoler. Teníamos 155.000 metros cuadrados de espacio y había que dejarlo guapo. Luego, vivimos momentos muy difíciles. Hemos visto empresas crecer y desarrollarse, pero también se nos ha roto el corazón con los fracasos. La última crisis pasó factura, y en 1992 hubo igualmente dificultades», resume la gerente del Centro.

En la actualidad, más de 80 firmas están instaladas allí, entre las naves y las oficinas del Centro de Empresas, donde también trabajan varios organismos y hay más compañías domiciliadas; las ubicadas en el edificio de los Relojes; en el edificio E.tic, y las que se han ido instalando en las promociones Nalón I, Caudal I y Caudal II, y en el polígono industrial.

La Ciudad Tecnológica, que en sus inicios se llamó Industrial y no olvida que «Asturias es fuerte en ese sector, por experiencia y saber hacer», ha logrado que de su cifra de negocios el 55% proceda del alquiler de naves y edificios. El otro 44% restante son subvenciones que mantienen su carácter gratuito para los emprendedores.

El director general de Innovación del Principado, Francisco Delgado, reafirma la apuesta del Gobierno regional por Valnalón, del que destaca su formación emprendedora, y considera que será en el sector de las TIC donde tocará «despertar el interés de los alumnos desde edades tempranas para poder hacer frente a las demandas del mercado laboral, trabajando pronto desde el sistema educativo las competencias innovadoras y emprendedoras en el ámbito tecnológico».

Ejemplos de éxito

Las empresas que han nacido en Valnalón son el mejor ejemplo de su éxito. Vecamartí S. L., dedicada a la fabricación de la línea completa de cables de mando para vehículos de automoción, es el prototipo de firma que nació en el semillero y que continúa su desarrollo, imparable por cierto, en una de las naves industriales que el Centro langreano tiene en alquiler en otros municipios, Mieres en este caso. El artífice de Vecamartí se llama Néstor Martínez, y vino de Argentina a Asturias, de donde es natural su madre, para iniciar una nueva vida. Economista de profesión y con grandes ideas, se puso en contacto con el Instituto de Desarrollo Económico del Principado (Idepa), que le derivó a la Ciudad Tecnológica de Valnalón.

En diciembre de 2000 comenzaba el asesoramiento que le abrió las puertas para empezar. Dos años después comenzaba su aventura empresarial en una nave nido en el centro de empresas. Vecamarti S. L. es, hoy por hoy, el único fabricante en España de recambios y soluciones de cables especiales para el sector del automóvil. En octubre de 2007, Valnalón le ofreció la posibilidad de trasladarse a una nave de promoción industrial en el polígono de Baíña, donde se encuentra actualmente. «Pasamos de 400 metros cuadrados en Valnalón a los 3.000 en Baíña. En 2016 abordamos una ampliación y este años tenemos un proyecto para automatizar los procesos que quedan y abrirnos a otros mercados». Y es que el 35% de su producción está destinada al exterior. Europa, Latinoamérica, el Caribe y las colonias francesas se encuentran entre el destino de sus recambios.

Otra empresa que nació en el Centro de Valnalón y que continúa su trayectoria con gran éxito es Astursabor. «Desde el minuto cero, me asesoraron en todo lo que necesitaba». A partir de ahí, Judith Naves (1993, Las Regueras) ha ido cosechando triunfos. En septiembre de 2015 inauguró la empresa, ubicada en una nave propiedad de Valnalón, y en tan solo año y medio ha logrado el Premio Semillero de Proyectos Valnalón 2015; el Accésit Internacional de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE); ha sido reconocida como Empresaria de Langreo 2016 y finalista de los premios a autónomos de la patronal Cepyme. Casi nada. La clave está, según esta joven empresaria, en que «ofrecemos un producto diferenciador y valor añadido a una materia prima de Asturias».

Su empresa, Astursabor, se dedica al sector primario, criando corderos xaldos de la raza asturiana y, a su vez, a elaborar conservas cárnicas de todas las razas autóctonas que existen en el Principado. El cordero xaldu, el cerdo asturcelta, la pita pinta, la ternera asturiana de los valles y de alta montaña IGP, el potro asturcón y el cabritu bermeyu son algunas de las razas que cocinan con «recetas de mi abuela», sin aditivos ni gluten. Su objetivo es dar a conocer estas razas y ayudar a su recuperación. Judith tiene en sus abuelos, «que tuvieron restaurante», y en sus padres, que llearon una empresa de catering, los mejores ejemplos a seguir. Su próxima meta será dar el salto al mercado internacional. De momento, vende en establecimientos delicatesen de Asturias, Madrid y Barcelona, y es proveedora también de una gran cadena de distribución nacional.

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