La medieval Torre de Soto, en Aller, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), continúa deteriorándose mientras se espera a que desde la Consejería de Cultura terminen los trámites para proceder a su reparación. El retraso en la localización de sus propietarios parece ser el motivo de que no haya fecha para iniciar los trabajos.
Los vecinos temen que este deterioro termine por derribarla y desde el PP allerano, conscientes de la debilidad de la construcción, reclaman a las administraciones regional y local que «las obras comiencen antes del invierno, aunque sea de forma subsidiaria, para evitar su derrumbe». Y es que temen que la torre pueda caerse si las inclemencias metereológicas se endurecen.