El autor de la muerte de Iván Castro: «Hice lo que Marta quería»

Tres años después de que el joven Iván Castro fuese asesinado cuando guardaba el coche en su garaje de La Felguera el 7 de diciembre de 2017, da comienzo el juicio por el crimen. En el banquillo de los acusados, la que era su pareja, Marta Rama, y el amante de esta y autor confeso de los disparos, Nelson dos Anjos. La primera sesión se puede resumir en un cruce de acusaciones inculpatorias entre ellos. Cada uno se enfrentan a una condena de 27 años de prisión.

Marta Rama fue la primera en ponerse delante del jurado popular y el tribunal para declarar. Solo contestó a las preguntas de su abogado, Sergio Herrero, pero no le quedó otra que escuchar la batería de cuestiones preparadas por la Fiscalía, la acusación particular y la defensa de Nelson. Su testimonio comenzó por el principio, cómo era su relación con la víctima. Lo conoció con 16 años y dos años después se fueron a vivir juntos. «Al principio todo era normal, pero comenzaron las malas contestaciones, insultos y amenazas», aseguraba Rama. En 2010, con Castro intentando superar una complicada enfermedad, explica que lo denuncia por malos tratos, «y es condenado con una orden de alejamiento». Se interrumpe la convivencia, que vuelve en 2012. En esta ocasión Marta asegura que «lo ocultaba» a su familia y amigos «por vergüenza». E indica que «vuelven los malos tratos que crecen en 2017», cuando mantiene una relación paralela con Nelson dos Anjos. Afirma en su relato que avisó a Nelson de que estaba siendo maltratada y que se enteró de que había matado a Iván días después. «Solo me autoinculpó de encubrir a Nelson, sé que tendré un castigo y lo tendré que acatar pero nada más», dijo para a renglón seguido añadir: «Nelson se montó una película para echarme la culpa».

Versión completamente opuesta cuenta Nelson a la hora de declarar. Indicó que conoció a Marta en 2016 y que a los pocos meses comenzaron los «encuentros sexuales y más tarde una relación sentimental». El taxista sostuvo que se enamoró de ella sin saber que mantenía una relación con Iván. Se separó de su mujer y alquiló un piso en Oviedo, cerca del trabajo de Marta. En septiembre Marta le cuenta su relación con Iván y «comienza a describir los malos tratos y su temor a dejarlo». Fue entonces cuando, según el relato de Nelson, «me dijo que tenía que matarlo, pero no la creí. Decidí esperar a que le pasase, pero comenzó a contarme más a menudo episodios de malos tratos. Yo quería denunciar e incluso irnos juntos, pero decía que le haría algo a su padre».

El autor confeso del crimen explicó que «llega un momento en que me dice que está embarazada, que el hijo es mío, y que cuando comience a notarse la barriguita él la mataría. Comienzo a estar muy nervioso. Unos días después me enseña una bala, dice que «se la dio Iván y que le dijo que una como esa era para ella. Estaba trastornado, hice lo que Marta quería...». Nelson mata a Iván a tiros un 7 de diciembre de 2017. «No lo conocía, si Marta no me da toda la información, yo solo no hubiese podido matarlo», agregó. Aseguró que le mostró una foto, le enseñó el garaje, le dio datos del coche y de cómo atraer su atención. «Al principio me autoinculpé para protegerla, pero en la cárcel me di cuenta de que me había utilizado y decidí contar la verdad», manifestó.

Demoledor para la coartada de Marta Rama resultó el testimonio del jefe de la Policía Judicial de Langreo, que acudió el día del asesinato al lugar de los hechos. Fue de los primeros en hablar y ver la reacción de la acusada. En su declaración explicó cómo acudió al piso de la pareja en busca de Marta, donde no había nadie y hablaron con el vecino. Casi una hora después, ya en el garaje donde ocurrieron los hechos llegó el hermano mellizo de la víctima y tras hablar con él el agente le pidió que llamase a Marta. «La llama y estaba en casa, bajó al minuto. Entró en el garaje; yo intentaba tapar el lugar donde había estado el cuerpo de Iván y aunque nadie le había dicho nada ella miraba hacia el lugar exacto». El testigo afirmó que «cuando le comuniqué que estaba muerto, comenzó a temblar de forma exagerada, se abrazó al Yonathan, pero no le caía ni una lágrima, mi experiencia en estos casos es que sea cual sea la reacción, siempre se les caen lágrimas». El agente, con más de 21 años de experiencia en la comisaría de Langreo dijo que su libreta de notas apuntó «22.30 horas: teatro». El juicio continúa hoy.