«El buey de Caso está más cuidado que el de Kobe»

A pesar de eso, esa carne originaria de Japón es mucho más cara que la de vaca casina. «El kilo puede estar en 300 euros en un restaurante, mientras que la nuestra está en los cien y siendo de buey». Porque este ganadero es de los pocos que todavía cría toros castrados. «Es que sale muy caro; hay que estar manteniéndolos durante cinco años y el beneficio que se obtiene es escaso», afirma. De hecho, explica que él no cría para la venta, sino para consumo propio, porque su actividad profesional principal es la de cocinero en el Hotel Rural y Restaurante de Arnicio.

Precisamente, en este establecimiento, tras la subida al puerto, se pudo realizar una degustación de tapas en la que participó el chef madrileño Alexis del Val. «Tenemos que dar a conocer nuestra carne, crear una marca que no tiene que ser necesariamente una IGP o una denominación de origen». Y puso el ejemplo de la carne de vaca vieja Txogitxo, procedente del País Vasco. «Allí sí que tiene apoyo de las administraciones públicas. Aquí solo se respalda la ternera y se hace muy bien. Pero el ganado mayor está olvidado», lamentó.

A pesar de todo, el ganadero señala que se trata de una carne, la de la raza casina, que se aprecia mucho en los mercados a los que se lleva. Así recordó que una empresa valenciana -de origen leonés- ganó un prestigioso concurso internacional en Londres, el World Steak Challenge, con un corte de carne de la raza de Caso, por encima de los tipos más conocidos internacionalmente, como el Kobe o en Angus norteamericano. «Como la cría de buey en estas montañas no se promocione de algún modo, esto acabará desapareciendo y solo quedaremos cuatro locos como yo», afirmaba Aladro Fernández.