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El conductor del coche, el polaco Rafal G. C., es trasladado al Juzgado de Lena, donde se decretó su ingreso en prisión. JUAN CARLOS ROMÁN

El conductor que arrolló a un guardia civil en Lena tenía una orden de arresto

La jueza envía a la cárcel a Rafal G. C., de 26 años, que alegó que todo fue un accidente. Su acompañante, Enol F. B., ha quedado en libertad

A. FUENTE

POLA DE LENA.

Jueves, 5 de septiembre 2019, 00:12

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Poco antes de las doce del mediodía de ayer, los acusados de arrollar el martes a un agente de la Guardia Civil en Pola de Lena acudían esposados a declarar al juzgado del concejo. De poco valió el arrepentimiento expresado y la excusa de que fue todo un accidente. La jueza suplente de la sala de Primera Instancia e Instrucción número 2 ordenó el ingreso en prisión del conductor del vehículo -un ciudadano polaco de 26 años y residente en Langreo, Rafal G. C.-, al que se le imputa un delito de atentado; conducción temeraria, sin carné y bajo los efectos de bebidas alcohólicas.

El detenido cuenta con un amplio historial delictivo, de hecho, pesaba sobre él una orden de búsqueda y captura dictada en agosto por un juzgado de Langreo para su inmediato ingreso en prisión. Y es que ya había sido condenado por estafa y expulsado del país. Al regresar y detectar su presencia en España, se reactivó la condena pendiente. Pero hay más; tiene antecedentes por delitos contra la seguridad vial, por robo y hurtos.

Su acompañante -el langreano Enol F. B., de 24 años- aseguró ante la juez que iba dormido cuando sucedió el atropello. Para él la magistrada dictó libertad con la obligación de informar de cualquier cambio de domicilio.

Fueron los abogados de las correspondientes defensas -del turno de oficio- quienes ofrecieron la versión de los hechos de los acusados. Así, el letrado Joaquín Martín, quien representa al conductor, explicaba que habían detenido el vehículo en la calle Celso Granda, el entronque desde la autopista A-66 a la AS-242. «Los dos son amigos desde hace mucho tiempo y se desplazaban a Madrid a comprar un coche; se detuvieron a realizar unas compras en un bazar que hay en la zona». Fue cuando ya habían iniciado la marcha cuando arrollaron al guardia civil con el remolque que arrastraba el vehículo. El agente iba a darles el alto porque faltaba una placa de matrícula en el turismo. «No hubo intencionalidad, se puede decir que fue un accidente. No se percataron de que estaba el guardia junto al vehículo, solo notaron que alguien daba golpes en la puerta. Tampoco estaban encendidas las luces del coche patrulla». Pero el conductor emprendió la huida. «Se dio cuenta de lo que había ocurrido y se marchó del lugar porque carecía del carné de conducir», añadió el letrado. De allí, se fueron hasta una gasolinera cercana donde dejaron abandonado el turismo y comenzaron una huida a pie. «Mi defendido -el copiloto-, cuando se percató de todo, escuchó de su compañero que huyera corriendo y así lo hizo», indicaba José René Alperi.

El copiloto fue arrestado poco después y el conductor, dos horas más tarde, sobre las 13.25 horas, tras un gran despliegue policial.

El agente herido se recupera en el HUCA de las lesiones sufridas en la pierna que recibió por el impacto del remolque. Desde la Unión de Guardias Civiles trasladaron su apoyo y se reclama unas penas más duras para este tipo de delitos contra la autoridad.

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