Los acusados, Marta Rama y Nelson dos Anjos, durante la sesión del juicio de ayer en la Audiencia. PABLO LORENZANA

La forense determina que Iván Castro «no esperaba el ataque ni pudo defenderse»

El tercero de los disparos, efectuado en la cabeza de la víctima a medio metro, fue mortal. «Pudo haberse salvado tras recibir los dos primeros»

ALEJANDRO FUENTE

OVIEDO.

Martes, 8 de junio 2021, 02:32

Los relatos de los peritos -ayer, en la séptima jornada del juicio por el crimen del joven Iván Castro- permitieron dibujar lo que sucedió en el interior del garaje de La Felguera aquel fatídico 7 de diciembre de 2017. Los funcionarios de la Unidad de Informática y Comunicaciones de la Policía Nacional ubicaron el teléfono móvil del autor confeso de los disparos, Nelson dos Anjos, en las inmediaciones del lugar. Previamente había estado con su amante y la novia de la víctima, Marta Rama, también acusada de asesinato. La forense fue muy gráfica en sus explicaciones; a preguntas del fiscal, informó a los miembros del jurado popular de que el primero de los tres impactos lo recibió en el tórax, por la espalda. Le causó heridas en la bolsa del corazón, en un pulmón y en el hígado. Pero no fue la bala que lo mató. La segunda fue en la cara. Ambos disparos se efectuaron a un metro y medio de distancia. El tercero fue el fatal. Entró por la parte superior de la cabeza y el proyectil salió de forma oblicua; el cañón estaba a medio metro. La posición da a entender que Iván ya se encontraba postrado en el suelo.

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La forense, tras realizar las explicaciones técnicas de cómo se analizan las muestras, indicó que Iván Castro habría sobrevivido a los dos primeros disparos si hubiera recibido atención sanitaria. Pero no fue así. «La tercera bala le causó heridas incompatibles con la vida, no se habría recuperado de forma alguna». Por las direcciones de los disparos y la altura de la víctima -1,84 metros-, la especialista pudo asegurar que la víctima «no esperaba el ataque». Es más, se realizaron también otro tipo de exámenes en el cadáver para determinar si había otro tipo de heridas que pudieran denotar que hubo una lucha o pelea. «No pudo haber posibilidad de defensa», aseveraba la médico.

Los especialistas también realizaron análisis de toxicología; el resultado fue que se hallaron restos de cannabis, pero de ninguna sustancia más. En las anteriores jornadas del juicio -que se celebra en la Audiencia Provincial en Oviedo- ya salió a relucir que la víctima tenía plantas de marihuana. «Pero este hecho es irrelevante para determinar la causa de su fallecimiento». El acusado no levantó la mirada en momento alguno que duró esta exposición.

Sesión accidentada

Fue la de ayer una jornada accidentada en lo técnico, lo que hizo vivir escenas, al menos, extrañas en un juicio de este calado. El jurado era incapaz de escuchar las explicaciones de los peritos que se hacían a través de videoconferencia. Tras intentar los funcionarios encontrar una solución, fue el magistrado quien pidió a sus componentes coger sus sillas, salir de la pecera desde la que siguen las declaraciones y acercarse al monitor con el altavoz. Fue entonces cuando pudieron recibir debidamente las explicaciones de las herramientas usadas para la ubicación de los teléfonos móviles de ambos acusados. La Fiscalía pide 27 años de prisión para uno de los dos acusados del crimen.

El juicio continúa hoy con la exposición de nuevas periciales pedidas por las defensas. Mañana se presentarán las conclusiones de las partes.

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