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A. FUENTE
LAVIANA.
Sábado, 5 de agosto 2017, 05:23
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Era el verano de 1968. Entonces, con motivo de las fiestas patronales de Nuestra Señora del Otero, se convocaba de una manera informal el Descenso del Nalón. Se trataba de una actividad para animar la fiesta de la jira en el prao de la Chalana. Han transcurrido cincuenta ediciones y, ahora, el Descenso Folklórico del Nalón se ha convertido en una de las principales citas lúdicas del verano asturiano. La fiesta tendrá lugar el sábado día 19. Pero, a quince días vista, el entorno ya empieza a animarse. Ayer por la tarde, en el Puente del Arco, se celebró un homenaje «a todas aquellas personas que durante todo este tiempo han participado en el impulso y difusión de esta fiesta». Así lo señalaba el presidente de la asociación organizadora, Pablo Vázquez. La idea inicial era recuperar una antigua placa en memoria de Joaquín Laviana, «quien siempre estuvo grabando los descensos con su cámara Súper 8». Pero la iniciativa fue un poco más allá y, «sin querer personalizar en nadie, porque siempre aparecen más personas», se decidió que fuese un reconocimiento generalizado a quienes impulsaron ese refrescante festejo.
De este modo, la leyenda de la placa reza: 'A todos aquellos que, de una forma u otra, ayudaron a engrandecer la fiesta y ya no pueden disfrutarla con nosotros'. Después, hubo una ofrenda floral a las aguas del Nalón -acompañada del sonido de la gaita- y, ya por la noche, una proyección del documental preparado para conmemorar las bodas de oro del Descenso. La cinta se proyectó en la Plaza del Ayuntamiento y recogía momentos con las personas homenajeadas.
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