«Él realizó los tres disparos, pero fue ella quien lo mató»

La impasibilidad que Marta Rama está mostrando en el juicio por el crimen de quien fuera su novio, Iván Castro, se rompía en la sesión del juicio de ayer cuando declaró un testigo, un varón que aseguraba ser un «rollo» con quien se besó y toqueteó en el interior de la panadería de Oviedo que ella regentaba. Se trataba de otra persona más que había mantenido una relación con ella, mientras mantenía otra estable con el autor confeso de los tres disparos que acabaron con la vida del joven langreano en diciembre de 2017. Ella negaba con la cabeza, buscando con la mirada la complicidad de un familiar que se encontraba entre el público.

Antes una amiga de ella aseguraba que no, que ella no estaba enamorada de Nelson dos Anjos –quien se enfrenta a 27 años de prisión por asesinato–, mientras que él sí que estaba enamorado de ella. «Marta decía sentirse agobiada por él, porque siempre estaba en la panadería. Pero ella se aprovechaba de su pareja, recibía regalos». Fue el abogado de la defensa del procesado, José Manuel Fernández González, quien enumeraba esos presentes, como un coche, un teléfono de gama alta, joyas y ropa.

La jornada de ayer era la de los testigos llamados por este letrado. Estaban llamados los padres de la acusada quien también se enfrenta a 27 años de prisión por asesinato–, pero rechazaron acudir para no declarar en contra de ella. La línea de defensa de Nelson es que era ella quien lo manejaba, quien movía los hilos porque él estaba profundamente enamorado y porque ella le dijo que temía por su vida si su novio, la víctima, se enteraba que estaba embarazada del autor del crimen. Lo dijo un investigador el día anterior; fue él quien disparó, «pero fue ella quien lo mató».

También se quería demostrar que ella mantenía varias vidas ocultas; estaba con Nelson pro no rompía su relación con Iván Castro. Pero Nelson tampoco sabía otras relaciones de Marta Rama.

«Estamos sorprendidos con todo lo que está apareciendo sobre ella», decía el hermano de la víctima. Yonathan Castro. La familia del joven muerto se mostraba también molesta con las intenciones de las defensas de juzgar, de forma paralela, a la víctima para justificar el crimen.