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M. VARELA
Viernes, 15 de febrero 2019, 00:15
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La complicada situación que atraviesa el Centro de Atención a la Integración (CAI) de Pandeo, en Langreo, preocupa a familiares, trabajadores y al Ayuntamiento. Conscientes de que los 591.000 euros anuales que aporta la Consejería de Servicios y Derechos Sociales (el mismo dinero desde 2012) no son suficientes, según ha podido saber EL COMERCIO, el Ayuntamiento de Langreo ha enviado misivas a los consistorios de San Martín del Rey Aurelio y Laviana explicando la situación y pidiéndoles que participen en la gestión del centro. No en vano, el 48% de los 63 alumnos del centro son vecinos de dichos ayuntamientos.
Pero, de momento, no se ha producido una respuesta positiva, Esta situación no es nueva, Langreo lleva en torno a una década solicitando a estos dos consistorios que participen en el día de día del centro de discapacitados de Pando. Los recientes acontecimiento hacen imprescindible el apoyo de estos municipios para que el centro salga adelante, ya que los familiares de los usuarios relatan que «llevamos siete años con el mismo dinero, pero sube la luz, el servicio de comedor, los materiales, tenemos falta de educadores y también de un psicólogo»
Por esto, con un presupuesto congelado, los gastos aumentando y un convenio a expensas de firmarse, los trabajadores del centro han reaccionado. Ayer enviaban una carta explicando la situación y aseguraban que estamos «con al espalda abierta». «No podemos permitirnos tener ni el personal imprescindible. Estamos en una situación de bloqueo que no tiene solución fácil, ya que hablamos de dinero», apostillan
La falta de apoyo económica repercute en las familias. Así una alumna tuvo que quedarse en casa dos años, cumplidos los 18, y terminar en el colegio Juan Luis Iglesias Prada porque no había dinero en Pando para contratar a un educador. Otros dos años acudió a un centro que no se correspondía con sus necesidades. Solo cuando hubo varias bajas en el CAI de Pando pudo acceder al mismo, a pesar de que su capacidad es de 75 alumnos y hay 63.
Una situación que podrían sufrir más familias del valle del Nalón, ya que en la actualidad no se cumple la ratio profesor-alumno y no pueden admitir a más niños
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