La 'masacre' ganadera de Lena: perdigones de 1,5 centímetros y 7.000 euros en pérdidas
Los propietarios de las cinco reses muertas en Parana presentan denuncia con informe veterinario que acredita las heridas por disparos
Los propietarios de las vacas y xatos muertos a tiros -cinco reses en total- este fin de semana en Parana, Lena, ya han presentado la pertinente denuncia ante la Guardia Civil. Así lo hizo ayer por la mañana Mariluz González y, el sábado, Rocío Rodríguez. En el texto de la diligencia presentado este lunes en el puesto de Pola -al que ha tenido acceso EL COMERCIO- se señala que la afectada es propietaria de una ganadería y que le han aparecido cuatro reses muertas y una quinta, malherida que va a tener que ser sacrificada por el veterinario. Se señala que el valor de los animales tiroteados en la cabeza asciende a unos 7.000 euros. También se presenta informe del facultativo que atendió al ganado y determina que hay cuerpos metálicos de hasta 1,5 centímetros de diámetro. Los perdigonazos causaron hemorragias, desgarros y orificios en los tejidos de los animales.
Mariluz González, en la denuncia interpuesta, asegura que tiene «sospechas» del autor de los disparos, un familiar que reside en Pola de Lena y que posee casa en el propio núcleo de Parana. No obstante, en las diligencias de exposición se señala que el presunto causante de los daños a las reses «tiene numerosos problemas con otros vecinos del pueblo», pero que no lo vieron realizar los disparos «aunque creen que pudo ser él». Además del informe veterinario, también se presentó una bolsa con los restos metálicos extraídos de los animales -compatibles con impactos de arma de fuego- y la identificación de las reses.
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«Ahora mata a nuestras vacas, pero mañana nos pega un tiro a nosotros»
Mariluz González es la mujer de Gregorio García, quien junto a su hermano José Antonio, encontró a los animales tiroteados. También se encontró muerta una xata de Rocío Rodríguez. El posible autor de los disparos ya declaró ante la Guardia Civil en calidad de investigado el sábado en el puesto de Pola de Lena. Los afectados aseguran tener miedo de lo que pueda ocurrir. «Es que nos cruzamos diariamente con él; procuramos no hablarle, no decirle nada para que no le parezca una provocación, porque creemos que es el autor de muchos más daños a nuestro ganado desde hace cuatro años», explicaban. Y alertan: «Ahora está matando reses, mañana nos pega un tiro a nosotros».
Manifiestan que desconocen el motivo por el que este familiar les causa este daño y que no ha sido el único, sospechan. Y es que la sucesión de macabros incidentes con el ganado ya comenzó hace cuatro años. Al principio, aseguran, se dedicaba a sacar las vacas y los caballos, que también tienen, de los cierres. Luego empezó a desaparecer material de casetas y a aparecer gallinas con el pescuezo cortado. Disparos en caballos que también poseen y que sufrieron heridas, además de amenazas y de hasta agresiones, todo con denuncias.