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Edificio del Sanatorio Adaro, en el distrito langreano de Sama. JUAN CARLOS ROMÁN
«Mi padre le tenía miedo, si ella estaba de noche no quería estar solo»

«Mi padre le tenía miedo, si ella estaba de noche no quería estar solo»

Familares de pacientes del Sanatorio Adaro piden a la Fiscalía que aparte de su trabajo a la cuidadora acusada de trato vejatorio

MARTA VARELA

LANGREO.

Sábado, 16 de noviembre 2019, 00:59

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«Creíamos que ya estaba solucionado, es indignante que la sigan dejando atender a las personas más desvalidas, no tiene paciencia ni ganas». Esta era ayer la reacción de muchas personas que tienen a sus familiares ingresados en el Sanatorio Adaro, en Langreo, al conocer la noticia de la denuncia de la dirección del centro a una trabajadora por maltratar un presunto trato indebido a los pacientes.

Una familia mierense explicaba su caso. «Mi padre estuvo en el centro hace varios años, casi dos meses, y le tenía miedo. Si sabía que estaba de noche, no quería que nos fuésemos, decía que entraba gritando y exclamaba 'aquí mando yo'». A su compañero, que «no tenía familia le ponían un pañal porque le decía que era muy pesado para ir al baño». Recuerdan que «a veces, si nos íbamos tarde, la oíamos en alguna habitación decirles 'ni se os ocurra andar tocando el timbre'».

Otros afectados de La Felguera explicaron que también tuvieron constancia del trato vejatorio de la empleada. «A mi padre casi lo mata, cogió un infección por no hacer las cosas bien, incluso fuimos testigos de algunos momentos de maltrato con pacientes. Hasta le plantamos cara y se lo contamos al médico que trataba a mi padre y a la dirección, pero siempre nos decían que no podían hacer nada si no la pillaban 'in fraganti'». Aseguran que tanto sus compañeras como otras familias «pueden contar episodios similares, pero la gente no quiere problemas. Nosotros lo tenemos claro, si nos llama la Fiscalía o si nos necesitan, lo contaremos todo».

«La llamaba vaga porque a sus 96 años se movía con dificultad para ir al baño, me tuve que enfrentar a ella en el pasillo y contárselo al médico, que creo que llegó a afearle su conducta», recordaba ayer una familiar de una paciente de San Martín del Rey Aurelio.

Todas las familias coincidieron al destacar que en cuanto al personal médico no hay ninguna queja, el trato es bueno, «pero esta persona lo tira por tierra». Por ello piden apartarla de su puesto de trabajo, «no está para tratar a personas mayores, somos conscientes de que es complicado, pero merecen ser tratados con dignidad y esta auxiliar se la quita con sus actuaciones irregulares».

Otro de sus reproches es la falta de actuación por parte de la gerencia del sanatorio, «a pesar de que sabía que había quejas desde hace más de cinco años, nunca hizo nada». Tampoco entienden cómo «sus propias compañeras permitían esta actuación sin denunciar».

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