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El Sanatorio Adaro, donde trabaja la auxiliar denunciada. J. C. ROMÁN
El caso de los presuntos maltratos en el Adaro, sobreseído por falta de pruebas

El caso de los presuntos maltratos en el Adaro, sobreseído por falta de pruebas

Los familiares de los pacientes afectados sopesan unirse para interponer una nueva denuncia contra la auxiliar

MARTA VARELA

LANGREO.

Miércoles, 11 de diciembre 2019, 00:24

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Los tribunales han considerado que no hay pruebas suficientes para llevar a juicio a una trabajadora del Sanatorio Adaro, en Langreo, que fue denunciada por la propia dirección del centro ante posibles maltratos a los pacientes. La denuncia -que se interpuso el pasado mes de agosto- se tramitó como un asunto de lesiones leves contra la integridad moral, con el agravante de funcionaria.

La noticia ha supuesto una gran decepción para las familias, que aseguran que sus mayores han sufrido «tratos indebidos» de mano de esta persona. Algunas, conocida a través de EL COMERCIO la denuncia de la gerencia del Sanatorio Adaro por los posibles malos tratados de una de sus auxiliares a los pacientes, se personaron en los juzgados langreanos para ser escuchadas, pero «ni nadie nos llamó, ni nos recibieron; a pesar de que nosotros somos los que mejor sabemos lo que ocurría».

Ahora barajan interponer una nueva denuncia contra esta auxiliar entre varias familias. «Queremos que se conozca lo que esta sucediendo, porque nos parece que desde la dirección se intentan tapar ciertos comportamientos que no son justos», aseguran. Tampoco están dispuestos a que «otras familias continúen sufriendo esta situación insostenible».

El sobreseimiento de la causa tampoco ha sentado bien a algunos de los trabajadores del centro, los únicos que tuvieron la oportunidad de acudir a declarar. «Esto es más de lo mismo: la gerencia denunció por presiones, pero realmente no les interesaba resolver el caso. Llevan años tapando este tipo de situaciones», explicaban tras conocer la noticia. Ellos consideran que «sí se debió escuchar a las familias, pero no interesaba. Se llamó a compañeros y personal médico, pese a que muchos no han sido testigos directos de esos comportamientos».

Su postura es que «la gerencia conoce lo que ocurre pero ha preferido enfrentar a unos compañeros contra otros antes de buscar una solución que muchos llevamos años pidiendo. La dirección es la verdadera culpable de lo que está ocurriendo». Inciden en que «no han sido pocos los familiares que se han quejado por ciertas actitudes al gerente, pero nunca hizo nada para evitar que se repitiesen».

A estos familiares se les comunicaba que se tomarían medidas, pero éstas, afirman, nunca llegaban. Se da la circunstancia de que estos pacientes han sido derivados por el Sespa y que, por norma general, están en el centro un máximo de dos meses. Sus familiares «no quieren problemas» y terminan por no insistir.

Años de quejas

Finalmente, la denuncia llegó tras años de quejas a la gerencia de familias, pacientes y empleados por un «comportamiento inadecuado con los pacientes derivados desde el Servicio Público de Salud del Principado (Sespa)». Según los testimonios de algunos compañeros, «durante las noches les grita, tarda en quitarles el pañal, les apura en exceso cuando se levantan al baño o les zarandea...»

Unas situaciones que que se habría agravado desde el año2017. «No quieren levantar polvo, pero saben que su comportamiento como auxiliar no es el adecuado», sentencian los trabajadores, mientras las familias siguen reclamando que se la aparte de su trabajo.

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