El Sespa cubrirá con interinos seis plazas de médico de familia en el Caudal y Nalón

La situación se repite en toda la comunidad autónoma. De hecho, las seis plazas que se cubrirán en las cuencas -tres en el Caudal y otras tantas en el Nalón- forman parte de las 55 que serán ocupadas por médicos interinos en las ocho áreas sanitarias de la región. La distribución es la siguiente: seis en el área I (Jarrio); cuatro en la II (Cangas del Narcea); trece en la III (Avilés); nueve en la IV (Oviedo); doce en la V (Gijón); cinco en la VI (Arriondas) y las seis ya descritas en ambas comarcas mineras. Son facultativos con la correspondiente especialidad que están inscritos en la bolsa de demandantes de empleo del Sespa.

Según Alberdi, estas 55 vacantes suponen el 70% de las que hay sin cubrir en Atención Primaria. Porque, en total, hay más de ochenta. «Esto es, hasta la fecha, hay ochenta cupos de pacientes sin médico asignado y no puede haber esa falta de continuidad asistencial».

El acuerdo -según el comunicado enviado ayer por el Gobierno regional- entrará en vigor en febrero. «Con la cobertura de estas plazas, el Sespa continúa avanzando en la estabilización de la plantilla, lo que redundará en una mejor asistencia sanitaria a los usuarios», apunta.

Sin embargo, los representantes de los trabajadores insisten en que, aun así, «sigue habiendo déficits de profesionales para cubrir guardias. El Sespa debería proceder a concentrar packs, porque esa falta de continuidad asistencial afecta a todos los niveles». En Atención Primaria, pero también en Especializada.

Uno de los ejemplos más acuciantes es la falta de anestesistas. Especialistas del Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA), así como compañeros de otros hospitales asturianos, se han tenido que trasladar, de forma temporal, a los hospitales de las alas (Jarrio y Arriondas) ante la falta de personal. Lo hacen en manera rotatoria y en turnos de quince días. Los sindicatos han recordado que lo hacen sin ninguna compensación económica y con idéntico horario que en sus centros habituales de trabajo. El tiempo que tardan en llegar no les computa como jornada.

«Con estas condiciones, es normal que la gente que acaba la residencia opte por irse a otras regiones que les ofrecen mejores condiciones». Según el Simpa, un 30% de los que terminan Medicina de Familia y un 60% de los especialistas se buscan un futuro profesional lejos de la región. Son datos que se suman a un problema sin freno. Porque 300 profesionales se jubilarán en los próximos cuatro años entre médicos de familia, pediatras y médicos del SUAP Y del SAC, los encargados de las urgencias hospitalarias. En algo, no obstante, se actúa. La previsión es aumentar este año un 45% las plazas MIR de Medicina de Familia.