«Tratábamos de descartar a Marta y aparecían más pruebas para inculparla»
La policía planteó primero el crimen del joven de La Felguera como un ajuste de cuentas. Pero pronto las sospechas se centraron en la pareja
MARTA VARELA
LANGREO.
Viernes, 4 de junio 2021, 01:12
Resolver el crimen de Iván Castro, asesinado de tres disparos en un garaje de La Felguera el 7 de diciembre de 2017, «resultó muy complicado, hubo muchas piezas para componer el puzzle», reconocían ayer en la tercera sesión del juicio los dos inspectores de la unidad especial de Madrid que se unieron a la investigación en abril de 2018.
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Iván Castro había sido asesinado cuatro meses antes de la llegada de los investigadores de Madrid. Los trabajos se habían centrado en «un posible ajuste de cuentas por droga». Su novia, Marta Rama, había ayudado a los agentes informándoles de la relación con las drogas de amigos y conocidos de Iván, e incluso de su hermano. Comenzaron comprobando todas las líneas de investigación y estudiando toda la información disponible en los dispositivos electrónicos de Iván. Según avanzaban, su posible relación con las drogas se diluía.
Entonces, Marta Rama era tratada como «una víctima más, habían matado a su pareja». Los investigadores trataron de «descartar a Marta, pero se sumaban más y más indicios de que estábamos ante un crimen pasional. Había pruebas que comenzaban de alguna manera a incriminarla», apuntaron los inspectores.
Nada más disparar a Iván Nelson llamo a Marta, y se fue a tomar algo y de compras con ella y con una amiga de esta
Solicitaron entonces intervenir el teléfono de Marta y realizar un seguimiento. Comenzaron a atar cabos, comprobaron que había viajado con el otro acusado, Nelson dos Anjos, a Toledo y a Madrid «como pareja. En el piso de Oviedo entraban cada uno con su llave». Además, comprobaron que «un teléfono con el que Marta hablaba mucho era el del taxi de Nelson, que estaba a nombre de su exmujer y en principio se pensó que era una amiga».
Gracias a las investigaciones se pudo situar ese teléfono los días 6 y 7 de diciembre muy cerca del lugar del crimen, durante varias horas. «Llamamos a Nelson a declarar como testigo el 8 de junio y negó los viajes y su relación con Marta. Sabíamos que ocultaba algo. Salió de declarar y fue directo a la panadería de Marta y la conducta de ésta comenzó a cambiar. Se reducen sus conversaciones telefónicas y Marta habla con amigas de que la están siguiendo, y las sospechas hacia ellos crecieron».
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La investigación ya estaba centrada entonces en un crimen pasional. Con el foco puesto en los dos acusados y su comportamiento, el equipo comienza a hilar una serie de acontecimientos que relata su entorno más próximo.
Así, una amiga de la acusada confirmaba que la tarde del crimen «estaba de compras con Marta. Sobre las siete menos veinte (habían asesinado a Iván minutos antes) llama Nelson, quedamos para tomar algo en Oviedo y fuimos a comprar cosas para la panadería. No noté nada raro, incluso Nelson hacia bromas. Yo me fui y quedaron en la panadería».
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Falso embarazo
Fue la de ayer una jornada clarificadora que comenzó con las declaraciones de la madre y el hermano mellizo de Iván Castro. Visiblemente nerviosos, relataron su «buena relación con Marta», a pesar de que la madre admitió que había recomendado a Iván que «terminase con la relación cuando, tras salir del hospital, Marta venía a verlo todos los días a mi casa a pesar de tener una orden de alejamiento. Mi hijo apostó por ello y todos lo respetamos». La mayor duda para la familia surgió cuando «Marta nos dijo en el tanatorio que estaba embarazada, cuando sabíamos que no podía por medios naturales por la enfermedad de Iván». Otras actuaciones de la novia de Iván, como no querer figurar en la esquela o que llamase a la madre minutos antes de que se les comunicase la muerte de Iván para decirle que «no había llegado y que tenía miedo de que estuviese con otra», comenzaron a no sembrar dudas. Pero Puri Castro admitió que «nunca sospeché que ella estuviese vinculada con el crimen».
Purificación y Yonathan esperan que «los dos asesinos cumplan hasta el último día de esos 27 años que les piden». No les sirve de consuelo la carta que Nelson les envió tras varios meses en prisión pidiéndoles perdón y poniendo sus bienes a su disposición. «No me sirvió para nada, no me parecía sincero, yo lo que hubiese querido es que no matase a mi hijo».
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