«Que esto no vuelva a ocurrir», clama el cura en el funeral de Antonio Lesmes
El sacerdote de Boo, donde el vecino falleció sepultado por un argayo, afirma que hay «una deuda histórica con esta población»
ALEJANDRO FUENTE
BOO (ALLER).
Domingo, 22 de diciembre 2019, 01:37
«Toñín era un apersona que nunca negaba un favor, que siempre tenía un saludo amable; era muy querido en Boo», afirmaban ayer los vecinos de la parroquia allerana. Ayer se celebró el funeral por el trágico fallecimiento de José Antonio Lesmes Botrán, de 77 años, quien perdió la vida el pasado jueves por la tarde sepultado bajo un argayo que se desprendió sobre un camino vecinal en Puenxo, muy cerca de su vivienda. La iglesia de San Juan estaba abarrotada para acompañar a la familia del jubilado del Pozo Santiago. El sacerdote Antonio Vázquez, 'Toñín el de Bustillé', fue el encargado de oficiar un funeral muy crítico con lo ocurrido y reivindicativo. «Quien tenga la obligación que busque una solución para que esto no vuelva a ocurrir», clamaba el cura desde el púlpito.
El párroco, como un vecino más de Boo, se sumó a las condolencias a la familia de Antonio Lesmes. «Nos sumamos al dolor por una persona tan querida y reconocida en este pueblo; donde menos lo esperaba, fue llamado a la vida eterna».
Y enseguida anunció que habría denuncia en su homilía. Sin mencionarlo expresamente, se refirió a las posibles causas que propiciaron el deslizamientos de piedras y tierra, a las antiguas labores mineras en la localidad, y aseguró que «hay una deuda histórica con este pueblo del que salió mucha riqueza». Por eso, mostró su apoyo a las reclamaciones expresadas por la asociación vecinal, que exige soluciones a la inestabilidad de las tierras.
El párroco también hizo una defensa del pueblo y de todos los vecinos. «En Boo tenemos presente y futuro; tenemos casa y lucharemos por ello. Éste es un lugar precioso para vivir y donde viviremos», afirmó el sacerdote. Posteriormente, el cuerpo de Antonio Lesmes fue trasladado al cercano cementerio de Bustillé, donde recibió sepultura.
Reunión con Hunosa
El sacerdote no pasó por alto «las informaciones aparecidas en la prensa» sobre las denuncias de la asociación de vecinos. El presidente del colectivo, Gaspar Vázquez, recordó el viernes que la población lleva mucho tiempo advirtiendo de los riesgos con los deslizamientos de tierra. «Ya se debería haber adoptado alguna solución», dijo. El represente se refería a las constantes voces de alarma por los muchos corrimientos de la ladera que achacan a las antiguas labores mineras. De hecho, hace casi treinta años ya hubo un desprendimiento que se llevó por delante varias casas a escasos metros del argayo del jueves. Entonces, las viviendas ya estaban desalojadas.
«Parece que estábamos esperando que ocurriera una fatalidad como esta para que se empiece a tomar alguna determinación para arreglar todos los problemas que tenemos con los desprendimientos, algo que es lamentable. A ver si ahora los políticos nos hacen caso», imploró Vázquez. «Estamos desamparados en los pueblos», se quejaba.
Por su parte, el alcalde de Aller, el socialista Juan Carlos Iglesias, informó de que se va a llamar a dos empresas para que se estudie y decida la actuación a realizar para retirar este desprendimiento. Acerca de la inseguridad de la zona, recordó que efectivamente en Boo se lleva tiempo alertando de estos riesgos y que toda la zona está minada por las antiguas explotaciones en una «reivindicación histórica». El Ayuntamiento tiene pendiente una reunión con el presiente de Hunosa, Gregorio Rabanal, para abordar, entre otros asuntos, este problema. Considera que es necesario destinar fondos a la recuperación de zonas degradadas.