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GLORIA POMARADA / GUILLERMO FERNÁNDEZ
LLANES.
Jueves, 25 de julio 2019, 01:16
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Pasaban las once de la mañana cuando los pasajeros del tren de media distancia que cubría la línea Oviedo-Santander comenzaron a notar cómo el convoy reducía la marcha hasta sentir un impacto final que acabó provocando su descarrilamiento. El tren de la antigua Feve acababa de impactar contra una docena de vacas y terneros, provocándoles la muerte a parte de ellas y dejando a otras malheridas. El suceso se produjo entre las localidades llaniscas de Celorio y Poo, en una zona de difícil acceso. Ninguno de los 25 pasajeros, ni el maquinista ni el interventor, resultaron heridos por el choque. Todos pudieron abandonar los vagones por su propio pie. Quince minutos antes del mediodía ya estaban todos fuera. «Tuvimos que darnos la mano unos a otros para salir y agarrarnos a los asientos», contaron María Teresa Bada y Serena Mier, nieta y abuela que viajaban en el primer vagón, el más afectado. Con casa en Hontoria aunque residentes en Bruselas, ambas dijeron «estar muy asustadas» en un primer momento. «El golpe fue terrible», explicó Bada, que sufre dolores de espalda y cervical.
Los pasajeros completaron en taxi el trayecto, misma alternativa que se ofreció a quienes aguardaban en estaciones, como la de Llanes. La presencia del tren descarrilado en las vías alteró también el resto de servicios ferroviarios de la jornada, si bien desde Renfe confían en que la situación quede normalizada a lo largo de la presente jornada.
En cuanto a las reses muertas, de un vecino de la zona de Porrúa, tuvieron que ser retiradas a un camino cercano al lugar del incidente. Las causas del siniestro están siendo ahora investigadas.
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