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Diez bosques para perderse en Asturias

Miércoles, 20 de marzo 2019, 19:45

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Las siete reservas de la biosfera de Asturias evidencian la biodiversidad y riqueza paisajística de la región, que presume de albergar el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa. Se trata del bosque de Muniellos, en Cangas del Narcea, un espacio natural protegido desde la década de 1960. Hábitat de especies como el oso pardo y el urogallo cantábrico, solo se puede disfrutar con autorización y por un máximo de veinte personas al día. Además, se deben seguir las rutas señalizadas, de 14 y 20 kilómetros.

Efe
Las siete reservas de la biosfera de Asturias evidencian la biodiversidad y riqueza paisajística de la región, que presume de albergar el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa. Se trata del bosque de Muniellos, en Cangas del Narcea, un espacio natural protegido desde la década de 1960. Hábitat de especies como el oso pardo y el urogallo cantábrico, solo se puede disfrutar con autorización y por un máximo de veinte personas al día. Además, se deben seguir las rutas señalizadas, de 14 y 20 kilómetros.
Las siete reservas de la biosfera de Asturias evidencian la biodiversidad y riqueza paisajística de la región, que presume de albergar el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa. Se trata del bosque de Muniellos, en Cangas del Narcea, un espacio natural protegido desde la década de 1960. Hábitat de especies como el oso pardo y el urogallo cantábrico, solo se puede disfrutar con autorización y por un máximo de veinte personas al día. Además, se deben seguir las rutas señalizadas, de 14 y 20 kilómetros.

Otro espacio natural que ofrece paisajes únicos es el Parque Natural de Somiedo, cuyo atractivo cambia con cada estación. En otoño, los tonos rojizos toman un territorio que se cubre de blanco en invierno y deja estampas únicas como la de los lagos de Saliencia congelados, un atractivo del que se puede disfrutar al comienzos de la primavera. Si lo que se busca es disfrutar de un paisaje boscoso, el hayedo de la Enramada es una buena elección. A través de este bosque, el caminante, que debe seguir siempre el camino señalizado, llegará a la Braña de Mumián.

Efe
Otro espacio natural que ofrece paisajes únicos es el Parque Natural de Somiedo, cuyo atractivo cambia con cada estación. En otoño, los tonos rojizos toman un territorio que se cubre de blanco en invierno y deja estampas únicas como la de los lagos de Saliencia congelados, un atractivo del que se puede disfrutar al comienzos de la primavera. Si lo que se busca es disfrutar de un paisaje boscoso, el hayedo de la Enramada es una buena elección. A través de este bosque, el caminante, que debe seguir siempre el camino señalizado, llegará a la Braña de Mumián.
Otro espacio natural que ofrece paisajes únicos es el Parque Natural de Somiedo, cuyo atractivo cambia con cada estación. En otoño, los tonos rojizos toman un territorio que se cubre de blanco en invierno y deja estampas únicas como la de los lagos de Saliencia congelados, un atractivo del que se puede disfrutar al comienzos de la primavera. Si lo que se busca es disfrutar de un paisaje boscoso, el hayedo de la Enramada es una buena elección. A través de este bosque, el caminante, que debe seguir siempre el camino señalizado, llegará a la Braña de Mumián.

Las hayas son también la especie predominante en el Parque Natural de Redes, un espacio natural entre los concejos de Caso y Sobrescobio que tiene arbolada un 40% de su superficie. Formaciones de origen glaciar, cuevas y valles diseñados por el cauce de ríos completan un paisaje virgen en el que apenas se aprecian injerencias humanas. En la imagen, el desfiladero de Los Arrudos.

Carmen Piñán
Las hayas son también la especie predominante en el Parque Natural de Redes, un espacio natural entre los concejos de Caso y Sobrescobio que tiene arbolada un 40% de su superficie. Formaciones de origen glaciar, cuevas y valles diseñados por el cauce de ríos completan un paisaje virgen en el que apenas se aprecian injerencias humanas. En la imagen, el desfiladero de Los Arrudos.
Las hayas son también la especie predominante en el Parque Natural de Redes, un espacio natural entre los concejos de Caso y Sobrescobio que tiene arbolada un 40% de su superficie. Formaciones de origen glaciar, cuevas y valles diseñados por el cauce de ríos completan un paisaje virgen en el que apenas se aprecian injerencias humanas. En la imagen, el desfiladero de Los Arrudos.

En el corazón del Parque Natural de Las Ubiñas – La Mesa, en el concejo de Teverga, se encuentra el hayedo de Montegrande, una maravillosa masa de hayas y robles que representa la tercera superficie forestal de Asturias. El enclave es accesible a toda la ciudadanía, incluso a personas con movilidad reducida, y abraza la primera parte de la ruta que lleva a la cascada del Xiblu. En realidad, son tres cascadas con un salto total de cien metros. Todo un espectáculo natural.

Pablo Entrialgo
En el corazón del Parque Natural de Las Ubiñas – La Mesa, en el concejo de Teverga, se encuentra el hayedo de Montegrande, una maravillosa masa de hayas y robles que representa la tercera superficie forestal de Asturias. El enclave es accesible a toda la ciudadanía, incluso a personas con movilidad reducida, y abraza la primera parte de la ruta que lleva a la cascada del Xiblu. En realidad, son tres cascadas con un salto total de cien metros. Todo un espectáculo natural.
En el corazón del Parque Natural de Las Ubiñas – La Mesa, en el concejo de Teverga, se encuentra el hayedo de Montegrande, una maravillosa masa de hayas y robles que representa la tercera superficie forestal de Asturias. El enclave es accesible a toda la ciudadanía, incluso a personas con movilidad reducida, y abraza la primera parte de la ruta que lleva a la cascada del Xiblu. En realidad, son tres cascadas con un salto total de cien metros. Todo un espectáculo natural.

El concejo de Ponga alberga un espacio único, el hayedo de Peloño, uno de los mejor conservados de España. Separado de los Picos de Europa por el río Sella, encierra una rica biodiversidad que puede disfrutarse con niños, ya que la ruta por su interior transcurre por una pista forestal.

Nel Acebal
El concejo de Ponga alberga un espacio único, el hayedo de Peloño, uno de los mejor conservados de España. Separado de los Picos de Europa por el río Sella, encierra una rica biodiversidad que puede disfrutarse con niños, ya que la ruta por su interior transcurre por una pista forestal.
El concejo de Ponga alberga un espacio único, el hayedo de Peloño, uno de los mejor conservados de España. Separado de los Picos de Europa por el río Sella, encierra una rica biodiversidad que puede disfrutarse con niños, ya que la ruta por su interior transcurre por una pista forestal.

Dicen que el bosque de Pome es uno de los enclaves más bellos de Picos de Europa y es el más extenso del Cornión. Para llegar a él hay que tomar una ruta que parte del lago Enol y ascender disfrutando de distintas especies de robles, hayas y abedules en excelente estado de conservación.

Nel Acebal
Dicen que el bosque de Pome es uno de los enclaves más bellos de Picos de Europa y es el más extenso del Cornión. Para llegar a él hay que tomar una ruta que parte del lago Enol y ascender disfrutando de distintas especies de robles, hayas y abedules en excelente estado de conservación.
Dicen que el bosque de Pome es uno de los enclaves más bellos de Picos de Europa y es el más extenso del Cornión. Para llegar a él hay que tomar una ruta que parte del lago Enol y ascender disfrutando de distintas especies de robles, hayas y abedules en excelente estado de conservación.

El haya es la protagonista también del bosque de Cea, en Parres, aunque no son extraños ejemplares de roble y otras especies de bosque atlántico. Cuenta con una ruta de poco más de nueve kilómetros que, además de la frondosidad del enclave, permite disfrutar de hermosas panorámicas de la Sierra del Sueve, prados y cabañas.

Bernardo Canga
El haya es la protagonista también del bosque de Cea, en Parres, aunque no son extraños ejemplares de roble y otras especies de bosque atlántico. Cuenta con una ruta de poco más de nueve kilómetros que, además de la frondosidad del enclave, permite disfrutar de hermosas panorámicas de la Sierra del Sueve, prados y cabañas.
El haya es la protagonista también del bosque de Cea, en Parres, aunque no son extraños ejemplares de roble y otras especies de bosque atlántico. Cuenta con una ruta de poco más de nueve kilómetros que, además de la frondosidad del enclave, permite disfrutar de hermosas panorámicas de la Sierra del Sueve, prados y cabañas.

En el concejo de Peñamellera Baja, a orillas del río Deva, se encuentra la Sauceda de Buelles, un enclave frondoso al que se puede acceder por un camino ribereño que requiere el máximo cuidado ambiental. Su buen estado de conservación hacen de este rincón un ejemplo extraordinario de vegetación de ribera.

Nel Acebal
En el concejo de Peñamellera Baja, a orillas del río Deva, se encuentra la Sauceda de Buelles, un enclave frondoso al que se puede acceder por un camino ribereño que requiere el máximo cuidado ambiental. Su buen estado de conservación hacen de este rincón un ejemplo extraordinario de vegetación de ribera.
En el concejo de Peñamellera Baja, a orillas del río Deva, se encuentra la Sauceda de Buelles, un enclave frondoso al que se puede acceder por un camino ribereño que requiere el máximo cuidado ambiental. Su buen estado de conservación hacen de este rincón un ejemplo extraordinario de vegetación de ribera.

Tierra adentro, en el corazón de un bosque de robles y castaños centenarios próximo a Espinaredo, se encuentra el área recreativa de La Pesanca, donde comienza la ruta de las Foces del Río Infierno. La senda de 14 kilómetros (ida y vuelta) que transcurre por el hayedo nos permitirá disfrutar también de espectaculares robles, castaños y saltos de agua. Cerca del área recretativa se localiza el Arboreto de Miera, un enclave de gran interés botánico por la diversidad de las especies arbóreas que acoge. Un lugar ideal para disfrutar del bosque asturiano.

Pablo Entrialgo
Tierra adentro, en el corazón de un bosque de robles y castaños centenarios próximo a Espinaredo, se encuentra el área recreativa de La Pesanca, donde comienza la ruta de las Foces del Río Infierno. La senda de 14 kilómetros (ida y vuelta) que transcurre por el hayedo nos permitirá disfrutar también de espectaculares robles, castaños y saltos de agua. Cerca del área recretativa se localiza el Arboreto de Miera, un enclave de gran interés botánico por la diversidad de las especies arbóreas que acoge. Un lugar ideal para disfrutar del bosque asturiano.
Tierra adentro, en el corazón de un bosque de robles y castaños centenarios próximo a Espinaredo, se encuentra el área recreativa de La Pesanca, donde comienza la ruta de las Foces del Río Infierno. La senda de 14 kilómetros (ida y vuelta) que transcurre por el hayedo nos permitirá disfrutar también de espectaculares robles, castaños y saltos de agua. Cerca del área recretativa se localiza el Arboreto de Miera, un enclave de gran interés botánico por la diversidad de las especies arbóreas que acoge. Un lugar ideal para disfrutar del bosque asturiano.

La carbayera de Tragamón, en la parroquia Cefontes, es un auténtico pulmón verde del área central de Asturias. Aunque está atravesado por la carretera local, es hábitat de gran cantidad de aves, como el mirlo o el petirrojo.

Efe
La carbayera de Tragamón, en la parroquia Cefontes, es un auténtico pulmón verde del área central de Asturias. Aunque está atravesado por la carretera local, es hábitat de gran cantidad de aves, como el mirlo o el petirrojo.
La carbayera de Tragamón, en la parroquia Cefontes, es un auténtico pulmón verde del área central de Asturias. Aunque está atravesado por la carretera local, es hábitat de gran cantidad de aves, como el mirlo o el petirrojo.

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