El plan de Asturias contra la soledad no deseada: desde redes vecinales hasta inteligencia artificial para seguir cada caso
Más de 150.000 personas viven solas en Asturias. Casi la mitad son mayores de 65 años y uno de cada cuatro jóvenes reconoce haberse sentido solo en algún momento de su vida
Más de 150.000 personas viven solas en Asturias. Casi la mitad son mayores de 65 años y uno de cada cuatro jóvenes reconoce haberse sentido solo en algún momento de su vida. La soledad no tiene edad y tampoco etiqueta: es transversal y muchas veces invisible. Y es que «la soledad no deseada no es un problema individual, sino un desafío colectivo que nos preocupa y nos ocupa». Así lo afirmó este miércoles la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, durante la presentación, en Oviedo de la Estrategia Asturiana sobre la Soledad no Deseada (2025-2030) que incorpora un conjunto de medidas «para detectar, prevenir y facilitar apoyos a las personas que sufren el creciente problema del aislamiento involuntario».
Tanto la vicepresidenta, como la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Marta del Arco, han desgranado los principales objetivos del texto en una jornada en la que también han participado la presidenta de la Federación Asturiana de Concejos, Cecilia Pérez, y representantes de la Universidad de Oviedo, del Programa Rompiendo Distancias, de la Fampa, del Foro Joven y de numerosas entidades públicas y privadas.
Tres ejes fundamentales en la estrategia
Según explicó la consejera de Derechos Sociales, la estrategia plantea una intervención basada en tres ejes estratégicos con ocho objetivos: el primer eje es la detección y el conocimiento, que incluye el objetivo de mejorar el diagnóstico y la visibilidad de la soledad no deseada y formar a profesionales y usar tecnología para detectar casos.
El segundo eje se basa en la sensibilización, prevención e intervención, lo que incluye la realización de campañas para reducir el estigma, crear espacios comunitarios y programas intergeneracionales y apoyar a personas cuidadoras y fomentar el voluntariado. Y el tercer eje tiene que ver con la innovación y el trabajo en red. Esto implica utilizar la tecnología de forma ética, coordinar actores públicos y privados e integrar la soledad no deseada en otras políticas (infancia, salud, vivienda).
«Esta estrategia incluye acompañamiento domiciliario para personas mayores que viven solas, talleres intergeneracionales para compartir saberes, experiencias y afectos, creando espacios de encuentro que enriquecen a todos, redes vecinales de apoyo que permiten que nadie se quede atrás o actividades culturales y deportivas que ayuden a romper el aislamiento con ese ánimo que dan las personas de que hay que salir de casa», explicó Marta del Arco.
Del Arco, añadió además que entre las acciones previstas dentro de la estrategia destacan «un estudio para conocer la dimensión y evolución del problema en Asturias, así como la incorporación de un baremo en la historia social única electrónica para detectar casos de forma temprana», dijo.
También se pondrá en marcha la plataforma COVA, un coordinador virtual basado en inteligencia artificial que permitirá, por ejemplo, que los servicios sociales realicen llamadas telefónicas a las personas usuarias para conocer su estado de salud física y emocional e informar sobre los distintos servicios y ayudas disponibles, así como generar alertas que se derivarán a los servicios competentes.
El desarrollo de la estrategia permitirá involucrar a profesionales del sistema de atención a la dependencia como agentes detectores y acompañantes de posibles casos de soledad, especialmente durante las visitas domiciliarias. También se garantizará una financiación estable y sostenida, al integrar las líneas de actuación frente a la soledad en los instrumentos públicos del Principado.
Otras iniciativas previstas son la ampliación del programa Rompiendo distancias para incorporar a la juventud del medio rural y la creación de una cátedra de soledad no deseada junto con la Universidad de Oviedo para generar conocimiento, sensibilización y propuestas innovadoras.
La consejera de Derechos Sociales señaló que enfrentar la soledad «es un desafío colectivo que requiere la implicación de todos los niveles institucionales, la sociedad civil y cada persona que cree en una Asturias más humana, más cercana, y más justa», expresó.
«Cuando hay voluntad política, las cosas cambian»
Esta nueva estrategia es una hoja de ruta construida desde la participación activa, con las aportaciones de administraciones públicas, entidades sociales, colectivos ciudadanos y el ámbito académico, que va más allá del diagnóstico y que propone soluciones concretas, innovadoras y adaptadas a la diversidad de situaciones que enfrentamos en Asturias.
Marta del Arco se refirió, asimismo, a los «pequeños gestos cotidianos» que promueve su departamento y que pueden tener gran impacto social, como los cafés comunitarios, las rutas saludables en grupo, los clubes de lectura y los espacios de encuentro en centros sociales. «No son ejemplos anecdóticos, son prueba de que cuando hay voluntad política, recursos y compromiso social, las cosas cambian para mejor», subrayó.
En 2024, Asturias tenía 153.044 hogares formados por una sola persona, el 72% mujeres, y el Instituto Nacional de Estadística estima que en 2039 se superarán los 192.000. Esto supone que, en esa fecha, cuatro de cada diez hogares serán unipersonales. Eso sin mencionar que Asturias es, junto con Castilla y León, la comunidad en la que este fenómeno es más acusado. Los mayores de 65 años representan ya más del 43% del total de quienes viven solos y las predicciones apuntan a que este porcentaje seguirá aumentando.