Borrar
Un joven escucha una llamada en su teléfono móvil. JORGE PETEIRO
División entre padres y directores por el uso del móvil en colegios e institutos

División entre padres y directores por el uso del móvil en colegios e institutos

Los docentes afirman que «no se pueden poner puertas al campo» y las familias dicen que «mal usado es un arma»

E. RODRÍGUEZ

OVIEDO.

Jueves, 21 de diciembre 2017, 00:55

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El consejero de Educación, Genaro Alonso, no es partidario de prohibir los móviles en colegios e institutos porque «son también una herramienta de trabajo». No obstante, cree que «son los centros los que deberán determinar cómo debe ser su uso y en qué circunstancias». Sus declaraciones han sido acogidas con división de opiniones. Por un lado, están los directores de los centros educativos, que comparten su criterio de no restringirlos, y, por otro, el de las familias, que consideran que «ya existen tablets y tecnología puntera en los centros de aprendizaje» y que el acoso escolar por redes «no solo se produce fuera del aula, sino también dentro». En lo que sí coinciden es en que hay que enseñar a usarlo.

El instituto Jovellanos de Gijón suprimió ya el curso pasado la prohibición de ir a clase con el móvil. «Me parece que es poner puertas al campo, porque lo van a llevar igual», sostiene su directora, Milagros Madiedo. «En el aula se usa solamente para el contenido de la asignatura y, si no es así, se le requisa al alumno y se le entrega a última hora. En el recreo y en sus ratos libres pueden utilizarlo, pero sin acceder a la red del centro». El resultado, sostiene, es que desde que se levantó la prohibición «hay menos incidencias porque en clase ya no lo utilizan para lo que no deben». Reconoce que la gestión de los usos indebidos, como hacer fotos y subirlas a las redes, es «complejo de gestionar», pero cree que «prohibiéndolo no vamos a evitar que eso ocurra». Y, como otros compañeros, afirma que el acoso a través del móvil no tiene lugar en el centro, sino fuera de él». Sí comparte con las familias «la importancia de insistir en la educación y en la formación para que hagan un buen uso. Eso es más importante que prohibir».

Instrumento educativo

También está de acuerdo con Genaro Alonso el director del IES Carmen y Severo Ochoa de Luarca, José Ignacio Nieto. «Con el móvil, los alumnos tienen en su mano un ordenador pequeño, un instrumento educativo. Hace tres o cuatro años modificamos el reglamento y permitimos su uso por las necesidades del profesorado y desde entonces los alumnos trabajan con ellos sin problema».

Isabel Sanz, directora del colegio Los Pericones, de Gijón, tampoco es partidaria de prohibir los móviles. «Se trata de ejercer bien las libertades». En su centro, solo hay un par de alumnos que lo llevan porque van a clase solos. Al llegar, se los custodian y se los dan a la salida. «El resto no lo lleva, pero no porque lo prohibamos, sino porque entre todos consideramos que los doce años no es edad suficiente para ello y en las aulas ya disponemos de tablets». «En nuestro caso -añade- el móvil no ha sido nunca un motivo de discordia, porque lo que quieren los niños en el recreo es correr y moverse. Más complicado es en Secundaria, donde hay institutos con muchos alumnos y poco espacio para jugar. Ahí es más comprensible que vayan a mirar el móvil».

Juan Luis Castañón, presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de colegios públicos de Gijón (FAPAS-Xixón), es claro: «Soy reacio a que se permitan los móviles en las aulas. Creo que ya existe tecnología puntera en los centros y puede generar diferencias entre los alumnos, entre los que tienen uno de alta gama y aquellos que solo tienen uno con las prestaciones necesarias». En su opinión, la consejería debería establecer directrices.

El representante de Concapa, en la concertada, Pedro José Caballero, rechaza que el smartphone llegue a los centros. «Mal usado es un arma y motivo de un buen número de acosos escolares», sostiene. «Veo complicado que la consejería regule su uso. Es más necesario enseñar a los niños a usarlo bien y, mientras eso ocurre, que exista una prohibición. Nadie queda incomunicado, añade.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios