Los docentes acuden en masa a la llamada a la vacunación
Salud confía en concluir la vacunación de estos grupos antes de mayo a pesar de las críticas de falta de planificación de los sindicatos
El proceso de vacunación en Asturias dio el salto ayer a un nuevo grupo, el 6B, el de la docencia de infantil y educación especial al que seguirá el 6C, de primaria y secundaria. De momento las citas fueron en Avilés y en Oviedo, en sendos casos con 750 citados aproximadamente. En la primera se utilizó el Palacio de la Magdalena y en el segundo el punto de AutoVAC del HUCA que ya empezó a funcionar hace unos días con el grupo de mayores de 80 años.
De nuevo se repitió una escena similar a la que se había visto a las puertas de los centros de salud: largas colas, en este caso de coches, debido a que muchos optaron por acudir a la salida de los colegios y coincidiendo con el fin de la jornada laboral. No obstante, la caravana que se formó a primera hora de la tarde en los acceso al HUCA, pronto quedó disuelta gracia a un ritmo de inoculaciones en el que se invierte poco más de un minuto para el que se cuenta con seis líneas de coches y tres equipos de enfermeras de plantilla y eventuales jubiladas.
Allí, entusiasmo. Lo resumía María Oliva Pérez, a la que abordamos tras recibir el pinchazo. «Me da igual una vacuna que otra con tal de acabar con esta situación porque trabajo en un cole y no quiero poner en riesgo a los alumnos». Lo de las dudas era pertinente puesto que a estos colectivos se les aplicará la de AstraZeneca, en el foco mediático tras la detección de reacciones adversas graves que se están investigando en Austria y Dinamarca. «Después de toda la publicidad que hubo preferiría otra pero al final contenta también con esta», nos cuenta Mónica de Dios López. La enfermera supervisora de la UCI del HUCA, Helena Fernández, señaló ayer que «nadie ha rechazado la vacuna, todo el mundo está contento con deseo de recibirla para poder volver a la normalidad que tanto deseamos». Fernández insistió en el mensaje de calma: «Las vacunas son seguras. Si no, no estarían aprobadas».
No obstante, el teléfono del presidente del sindicato Anpe -mayoritario en el sector de la enseñanza-, Gumersindo Rodríguez, no dejó de sonar en toda la mañana. «Existe una preocupación importante del profesorado temeroso con las noticias sobre el a vacunación con AstraZeneca; son dudas razonables sobre su eficacia y los efectos adversos consecuentes», señala. Este sindicato cifra en el 15% del personal docente que rechazará la vacunación. Además, recuerda que parte de la plantilla, especialmente envejecida, tiene patologías como diabetes, cardiopatías o alergias. Respecto a esos rechazos a la vacuna de AstraZeneca, de docentes u otros colectivos, la consejera Melania Álvarez recordó ayer que «no hay libre elección» y que «se siguen criterios sanitarios».
Por lo pronto, las citaciones continuarán hoy en los mismos puntos y se sumará Gijón con mil convocados en el Palacio de Deportes. Fuentes sanitarias regionales aseguran que la intención es que se pueda concluir la primera dosis de la vacunación vacuanción de los docentes en un plazo máximo de seis semanas para continuar con los siguientes grupos de edad. La segunda, en AstraZeneca, se produce 12 semanas después. De momento se ha elegido viernes, sábado y domingo, algo que tampoco ha gustado en la comunidad educativa. «Se hace para que si tienes reacciones adversas, aunque sean leves, las pases el fin de semana en casa y el lunes puedas acudir a tu puesto de trabajo», critica el presidente de Anpe. Desde CC OO, su secretario general de Enseñanza, Borja Llorente, ha venido criticando la «falta de planificación de este proceso» y la mala interlocución con la Consejería de Educación que, según explica, desvía todas las demandas a una respuesta de la Consejería de Salud, con quien los sindicatos educativos no tienen interlocución directa. Ya en las últimas semanas habían advertido sobre la necesaria inclusión en este punto de colectivos vinculados al sector de la enseñanza como son los conductores escolares, los monitores, los inspectores o el personal de limpieza de los centros. Aquí, según aseguran fuentes sindicales, ha quedado al criterio de los directores de los centros, existiendo una disparidad entre los que han incluido a estas personas en los listados y los que no lo han hecho.
Gumersindo Álvarez propone adaptar el modelo de la Comunidad de Madrid por la que, una vez superado el proceso ordinario, se vuelve a poner en contacto con los docentes que rechazaron la vacuna para poder reincorporarse al proceso. «La gente de otros sitios se organiza bien, aquí no», añade. De momento, el reto de los próximos días es aplicar el mayor número de dosis posibles a los más de 13.000 docentes del Principado.
