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LAURA MAYORDOMO / LUCÍA RAMOS / A. L. JAMBRINA
OVIEDO.
Miércoles, 5 de junio 2019, 01:05
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Si a la hora de acceder a la Universidad en España existe el distrito único -por el que cualquier alumno puede acceder a la facultad que elija en función de la nota que haya conseguido tras la EBAU-, ¿debería haber una prueba común para todo el territorio nacional? Los alumnos asturianos consideran que sí. Creen que esa opción, similar a la que se aplica por ejemplo para el examen MIR, sería «más justa». Ayer, antes de que en Asturias comenzara la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad, el rector, Santiago García Granda, ya se refirió a esta cuestión. Lo hizo para reconocer la conveniencia de que las pruebas tengan «el mismo nivel de dificultad» independientemente de la comunidad en la que se realicen los exámenes, lo que, aclaró, no tiene por qué conllevar obligatoriamente que éstos sean «idénticos».
El nuevo presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), Juan Carlos Gómez Villamando, es partidario de implantar una prueba común para asegurar la «igualdad de oportunidades» de todos los estudiantes españoles. Una opción sobre la que, según manifestó ayer el secretario de Estado de Educación en funciones, Alejandro Tiana, «merece la pena» reflexionar. El Gobierno estaría dispuesto así a «buscar un sistema que permita que haya cierta convergencia, homogeneidad y criterios similares», aunque «eso no quiere decir que sean modelos de examen idéntico», anotó. Ya la propia ministra en funciones, Isabel Celaá, se comprometió recientemente a estudiar una posible prueba de acceso única para toda España.
La diversidad de pruebas y de extensión de temarios «sí que nos afecta, en otras comunidades hay exámenes más fáciles y con menos contenido», coincidían Pablo Calvo y Alejandro Bueno, alumnos del IES La Ería que ayer se examinaron en la Facultad de Economía y Empresa, una de las trece sedes dispuestas por la Universidad de Oviedo para acoger a los 4.125 titulados de Bachillerato que este año se inscribieron en la EBAU. La mayoría, el 56%, chicas.
«Cuando lo que quieres es estudiar fuera de Asturias, como es mi caso, porque me gustaría hacer Organización Industrial en Bilbao o Madrid, que haya exámenes distintos supone que estás compitiendo con gente de toda España en desigualdad de condiciones», comentó Marta Pereda, que concluyó el bachillerato tecnológico en el Colegio Auseva. «Si uno se esfuerza tanto, eso me parece injusto», anotó Brian Rivero, que aspira a entrar en el grado de Ingeniería Informática del Software.
Historia era el examen al que ayer todos se enfrentaban con mayor inquietud. «El problema es que abarca desde la Prehistoria hasta la actualidad y es una lotería que te toque lo que mejor llevas», señalaba Sandra Durán, alumna del colegio Paula Frassinetti de Avilés. «Nuestro último examen en el colegio fue acumulativo así que entraba toda la materia de la asignatura. Creo que es una ventaja», reflexionaba Alba Redondo, del Loyola de Oviedo.
Son muchos los que consideran excesiva la materia, aunque este año los estándares que fija el ministerio, 97 en total, quedaron en 73 en Asturias. Y la vicerrectora de Estudiantes, Elisa Miguélez, apuntó ayer la posibilidad de que el grupo de trabajo creado para analizar el contenido de la materia, y que componen profesores de Secundaria y universitarios de la asignatura, opte por «agrupar» algunos de esos estándares o temas para que el temario objeto de examen se organice «de otra manera» para las pruebas de la EBAU del próximo año.
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