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Alumnos, a punto de iniciar uno de los exámenes de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU).

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Alumnos, a punto de iniciar uno de los exámenes de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). ARNALDO GARCÍA

EBAU 2019 Asturias | La ministra de Educación admite desigualdades entre regiones en los exámenes de selectividad

Isabel Celaá prevé crear un grupo de trabajo técnico, con universidades y autonomías, para preservar la equidad en el acceso a la Universidad

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Jueves, 6 de junio 2019, 01:52

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El inicio de los exámenes de la antigua selectividad -hoy, EBAU- a los que este curso se presentan cerca de 300.000 estudiantes -4.125 de ellos en Asturias- ha devuelto al primer plano la polémica sobre la necesidad o no de que la prueba sea común para toda España o que se mantenga tal y como en la actualidad, en la que son las autonomías las que fijan las fechas y los contenidos de los exámenes de acceso a la Universidad.

En el fondo de la polémica subyace la teoría de que hay autonomías que son más duras y otras más laxas en el nivel de exigencia y, por lo tanto, alumnos que pueden luego verse beneficiados o perjudicados por la nota de corte para elegir la carrera que desean según donde vivan. La propia ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, admitió ayer que se han observado «algunas incidencias» en las pruebas que remarcan «dificultades diferentes» por comunidades, según informa la agencia Efe.

De ahí que haya decidido la creación de un grupo de trabajo técnico -en el que, además del ministerio estén representadas las comunidades y las universidades- que se encargará de estudiar si existe diferente grado de dificultad en la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) según la región donde se examine el alumno. Así lo anunció ayer Celaá después del debate suscitado desde algunos partidos, comunidades y asociaciones de alumnos para que esta prueba obligatoria sea igual en toda España y después de que miles de alumnos de la Comunidad Valenciana se movilizaran contra un examen de Matemáticas II que calificaron de «el más difícil de la historia». Se pretende que ese grupo de trabajo «sea capaz de identificar» si en la selectividad hay diferencias que afecten al principio de equidad que, en el acceso a la educación superior, debe garantizar el Gobierno. Entre otras cuestiones, la ministra se refirió a las distintas formas que puede haber de puntuar negativamente o no las faltas de ortografía en una prueba.

La CRUE achaca la variedad de resultados a los «condicionantes socioeconómicos»

Celaá no es partidaria de implantar un examen «exacto» para todos los alumnos del territorio nacional. Y no lo es, argumentó, porque cada comunidad tiene competencias y capacidades propias para diseñar la EBAU y, además, en algunas materias se estudian cuestiones diferentes dentro de un mismo currículo en función de cada autonomía.

No idénticas

Es, básicamente, la misma postura que mantienen el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, y el consejero asturiano de Educación en funciones, Genaro Alonso. El primero defendió el martes, día en que arrancaron las pruebas de selectividad en Asturias, que éstas deben tener «el mismo nivel de dificultad» en todas las comunidades autónomas, «pero no tienen por qué ser idénticas». A su juicio, mientras se mantenga un equilibrio en el conjunto del país, la situación no es preocupante. Eso sí, reconoció que pese a que los exámenes que plantea la Universidad de Oviedo no son «de los más estrictos», sí plantean «dificultades» a los futuros universitarios. Si se le pregunta al alumnado asturiano, todos coinciden en que están en desventaja en la asignatura de Historia. Porque aquí el temario objeto de evaluación es hasta tres veces más amplio que en otras comunidades.

La Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) también se manifestó al respecto. Lo hizo asegurando que no hay ningún informe académico que, con «datos contrastados», sostenga que hay pruebas más fáciles que otras según la comunidad autónoma y defendiendo que este examen «funciona bien». En un comunicado, asegura que las diferencias que pueda haber en los resultados «no se explican por la mayor o menor dificultad» de la EBAU -que suponen el 40% de la nota de acceso a la Universidad-, sino «por otro tipo de condicionantes socioeconómicos».

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