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Alumnos de quinto y sexto de Primaria de la escuela de Santolaya de Cabranes, perteneciente al CRA La Coroña, bien abrigados. E. C.
«Voy a clase tan abrigada como si fuera a esquiar»

«Voy a clase tan abrigada como si fuera a esquiar»

Docentes y alumnos pasan frío en las aulas por la ventilación cruzada y las bajas temperaturas. Dicen que no se llega a los 17 grados de la normativa

E. RODRÍGUEZ / J. VEGA

POLA DE SIERO.

Martes, 25 de enero 2022, 03:41

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Liliana Díaz Gómez da clase con camiseta y calcetines térmicos, botas de montaña, abrigo y bufanda. Tan solo, dice, le falta el gorro de lana. La semana que termina, con temperaturas muy bajas y heladas durante la madrugada, han agravado el frío en las aulas que, por el reglamento covid, mantienen la ventilación cruzada, con ventanas y puertas abiertas y frecuentes corrientes. «Voy a clase como si fuera a esquiar», afirma esta profesora de Lengua y Literatura en el IES Escultor Juan de Villanueva en Pola de Siero. El centro se encuentra situado al lado del río y «hay bastante humedad». La calefacción está puesta durante las clases, pero no contrarresta el frío con dicha ventilación y una temperatura exterior de un grado negativo.

Dispone de un termómetro que compró el año pasado y este año se suman los medidores de CO2, que también marcan la temperatura. «Llevan varios días registrando diez grados». No es, en absoluto, la única que lo dice. La horquilla va entre los 8 y 14 grados en la mayoría de los centros.

Campaña reivindicativa

Docentes y sindicatos coinciden en que no se llega a los 17, tal y como establece la normativa que regula las disposiciones mínimas y de seguridad en el trabajo. El sindicato Suatea, de hecho, ha iniciado en redes la campaña 'El tiempo nes aules asturianes' para hacer constar que, según el real decreto, «la temperatura donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre los 17 y 27 grados».

Sus afiliados les han enviado fotografías de las temperaturas que marcan los medidores en los centros educativos. 7, 8, 12 grados... «Todas se han tomado en horario lectivo. No todas son homogéneas. Algunas, a primera hora, sin templar, y otras durante el día, con calefacción y ventilación cruzada pero dan cuenta de la compleja situación en la que se trabaja». Añade que en algunos centros de Oviedo, «como en Ventanielles o el de Educación Especial de Latores, faltan medidores de CO2». «La gente está aterida», ratifica Gumersindo Rodríguez, presidente de ANPE Asturias.

Cambios para ir con gorro

La consejería ha insitido en el confort ambiental, pero no se alcanza. Tal es así, que en el IES Escultor Juan de Villanueva modifica por unos días el reglamento interno para permitir que los alumnos puedan llevar gorro. «Algunos han venido con mantas, tienen los guantes puestos y cara de mucho frío. Eso dificulta la concentración», apunta Liliana. «No todo es covid -insiste-. Un día pillamos una pulmonía. Llegamos a casa hechos polvo». Lo suscribe un profesor en Posada de Llanera, que imparte clase con abrigo y braga en el cuello y arrastra dolor de garganta.

Liliana reconoce que «la situación es excepcional por custiones sanitarias», pero también plantea la posibilidad de que en las semanas de mayor frío se pueda recurrir al trabajo telemático. «Y, que conste, que yo soy una defensora de la total presencialidad. Sin embargo, ahora estamos mejor preparados que al inicio de la pandemia para flexibilizar».

En el Colegio Rural Agrupado (CRA) La Coroña, su director, Víctor Fernández, comparte que «hay que priorizar la seguridad sanitaria. Sin embargo, con la ventilación que tenemos para que no suba el medidor del CO2 se pasa frío y con las heladas que caen la temperatura está más baja» y han llegado a tener 11 grados. En los últimos días, además, ha habido problemas con la celefacción en la escuela de Santolaya de Cabranes. Tras varios fallos y reparaciones, ya se ha solucionado.

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