Educación impone la jornada continua en los centros públicos y suprime las extraescolares

El curso escolar comenzará en septiembre de forma presencial, pero con novedades. Entre ellas, que se fijan menos horas lectivas. Y no habrá extraescolares (al menos durante el primer trimestre) ni actividades complementarias realizadas fuera de los centros. Excursiones, visitas a museos y otros equipamientos, salidas varias y actividades similares quedan por el momento suspendidas. El objetivo de las normas que el Principado ya ha puesto por escrito y que ahora debe negociar con sindicatos y directores de colegios e institutos es reducir los contactos entre grupos y con personal ajeno a los centros. Hay que compaginar eso con una presencialidad que se considera «eje principal de la acción docente» y algo básico para «evitar el abandono y fracaso escolar y facilitando la conciliación de las familias».

El plan de la consejería recoge tres posibles escenarios. En el primero, se mantendría esa presencialidad. En el segundo, un «empeoramiento de la situación» limitaría las clases presenciales en algunos niveles y grupos. El tercero dibuja el peor de los casos, el de un nuevo confinamiento y la vuelta a la actividad 'online'. Cada centro debe tener planes de contingencia para cada uno de estos escenarios.

El plan que la Consejería de Educación está trasladando a la comunidad educativa se basa en el escenario 1. Plantea reducir las ratios desde Infantil a cuarto de Primaria a 20 alumnos (los sindicatos han solicitado 15). Se conformarán 'grupos estables', con limitación del número de docentes que pasen por cada clase y evitando su contacto con otros grupos. En Infantil no será necesaria la mascarilla. Entre primero y cuarto de Primaria, queda pendiente de lo que determinen las autoridades sanitarias y en cuanto a ESO, Bachillerato y FP, será obligatoria si no es posible mantener la distancia de 1,5 metros (teniendo en cuenta que mantendrán sus ratios actuales).

Todos los centros deben evitar aglomeraciones, por lo que habrá accesos y horarios de llegada distintos. Además, se insta a evitar las filas y, en caso de que no sea posible, que los alumnos mantengan 1,5 metros de distancia. La consejería plantea coordinar el uso del transporte escolar compartido por varios centros, aunque esta cuestión está aún pendiente, por los problemas de organización que conlleva y el riesgo de contagio.

La necesidad de organizar las entradas y salidas y dejar tiempo a docentes y alumnado para mantener cierta actividad telemática obligará a reducir en Secundaria, Bachillerato y FP el horario presencial. La idea es que cada sesión dure 45 minutos, en lugar de 55, lo que al final de la jornada es una hora menos de clase presencial. Para los docentes supone tres horas menos lectivas a la semana, tiempo que invertirán en la preparación de actividades telemáticas. En Primaria, todos los colegios públicos tendrán jornada continua. Esta medida afecta a los 27 centros que mantienen la jornada partida. A los concertados, en los que la jornada partida es mayoritaria, la consejería trasladó que podrán mantenerla.