La última actualización del Principado fija la ejecución de la inversión en el 24,72% y la oposición habla de «tomadura de pelo»
El PSOE acusa al PP de buscar excusas para «borrarse de la negociación presupuestaria»
La ejecución presupuestaria de la inversión productiva actualizada a fecha del 14 de noviembre estaría en el 24,72%, ligeramente por encima del porcentaje ... del año pasado en estas fechas, que se situaba en el 23,2%. Así lo reconoció esta mañana el titular de Hacienda, Guillermo Peláez, quien insiste en defender como criterio más acertado para valorar la gestión de la Administración pública la fase de adjudicación de las obras, que se encontraría en el 63,23%, ocho puntos por encima del ritmo del año pasado en estas fechas, y que se traduce en una movilización de 675 millones, 118,7 más que el año pasado. No obstante, el consejero mantiene que estas cifras se acelerarán aún más en la recta final del año ya que «habitualmente la velocidad de ejecución se intensifica en Asturias en el último tramo del ejercicio, especialmente en el caso de las inversiones».
En relación con la ejecución global del presupuesto, y no específicamente de la inversión productiva, los gastos se sitúan en estos momentos en el 69%, con 4.479 millones, casi un punto por encima del año pasado, y el Ejecutivo regional confía en cerrar el año en porcentajes de ejecución similares a los de años anteriores, de en torno al 90%.
Los datos sirvieron como objeto de debate esta mañana en la Junta General entre el representante del Gobierno, que asume que existe margen de mejora y que asegura que avanzar hacia el 100% de ejecución es una «obsesión del Gobierno», y los grupos parlamentarios de la oposición, que coinciden en criticar el bajo ritmo de ejecución.
El diputado popular Andrés Ruiz recriminó al Gobierno regional que una vez más los presupuestos autonómicos sean un «reguero de mentiras» y fue especialmente crítico con el ritmo de ejecución de las partidas destinadas a la vivienda. «Es una broma sin gracia que la Consejería de Vivienda no haya ejecutado prácticamente nada de su presupuesto», reprochó. El diputado Gonzalo Centeno, de Vox, afeó al consejero que insista en utilizar la fase de adjudicación como criterio para valorar la gestión de la Administración y que pretenda así no hacerse responsable de la fase de obligado contable, cuando se acredita la finalización de la obra. Mientras tanto, desde Foro, el diputado Adrián Pumares se refirió a los datos de ejecución como «tomadura de pelo» y exigió mecanismos que garanticen la ejecución de las inversiones. «Es un insulto que ciertas obras aparezcan repetidamente en los presupuestos sin llegar a ejecutarse», dijo. Sobre este asunto, Peláez defendió los pasos que se están dando en este sentido, como la reforma de la Ley de Hacienda, la inversión en digitalización y los nuevos servicios de planificación de la contratación para la homogeneización de pliegos y para facilitar la labor de los órganos de contratación, e incluso apuntó la figura de la declaración responsable como medida que podría favorecer también el ritmo de ejecución de la inversión.
Las formaciones que sustentan al Gobierno hicieron una valoración muy diferente a la oposición. En representación del PSOE, el diputado Luis Ramón Huerna cree que las críticas de la oposición son meras «disculpas para borrarse de la negociación presupuestaria» mientras que Delia Campomanes, su homóloga en IU-Convocatoria por Asturias, reconoce que si bien hay margen de mejora en la ejecución presupuestaria los motivos obedecen a dificultades compartidas por todas las administraciones y «no tiene sentido que se reprochen año a año».
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