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Javier Fernández, hijo del máximo accionista del Sporting, se quedó sin ver el partido.
Del palco al colegio electoral

Del palco al colegio electoral

Al hijo del máximo accionista del Sporting le 'tocó' mesa y se perdió el partido

Ana Moriyón

Lunes, 25 de mayo 2015, 03:04

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La de ayer fue una jornada muy decisiva para Asturias, pero no sólo desde el punto de vista político, sino también, o casi más, deportivamente hablando. En Gijón, el Sporting tocaba con los dedos el ascenso directo a Primera tras ganar al Tenerife en persecución del Girona -que tampoco fallaba- mientras, en la capital del Principado, el Real Oviedo jugaba en el Carlos Tartiere el partido de ida de la fase de ascenso a Segunda División, que empató con el Cádiz. Con partidos tan trascendentales en las principales ciudades del Principado, no era de extrañar que muchos asturianos madrugasen para ejercer su derecho al voto y, de esta manera, dejar la tarde libre para volcarse con sus respectivos equipos.

En el estadio de El Molinón, 25.600 almas animaban al Sporting en un encuentro crucial para el equipo gijonés en su lucha por el ascenso. Fue, de hecho, una de las mejores entradas de la temporada, ya que nadie se quería perder el espectáculo. Sin embargo, en el palco se echó en falta a uno de los incondicionales: Javier Fernández, hijo del principal accionista del Sporting, a quien le tocó el dudoso honor, en una jornada deportiva como la de ayer, de formar parte de una de las mesas electorales instaladas en el Palacio de Deportes de Gijón. Muy cerca, pero a la vez tan lejos, del estadio. No le quedó más remedio que tomarse con deportividad su suerte y atender, con media sonrisa, a quienes se quisieron llevar una instantánea del hijo del dueño del Sporting detrás de la urna.

Abelardo Fernández, entrenador del Sporting, fue uno de los que se dejaron ver entre las urnas vestido con la equipación rojiblanca para, tras participar en la jornada democrática, centrarse en preparar el partido. Y, como él, muchos otros aficionados y niños que ayer lucían esta camiseta en una jornada tan importante para el Sporting como para el futuro del Parlamento asturiano.

En Oviedo ocurría más de lo mismo. Cerca de 30.000 aficionados llenaban el Carlos Tartiere con el empresario mexicano Carlos Slim, máximo accionista, como invitado de honor . Las fuentes de la ciudad lucían color azul y hasta el candidato de IU a la Alcaldía, Roberto Sánchez 'Rivi', presumió del escudo de su equipo para votar. La ocasión lo merecía.

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