«Las escuelas son un reflejo de lo que pasa, no las culpables»

Javier Padilla (Madrid, 1983) es facultativo especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, miembro del Colectivo Silesia y del Grupo de Ética Salubrista para la Acción, Cuidado y Observación Social. Ha cursado dos másteres: de Salud Pública y Gestión Sanitaria, y de Economía de la Salud y del Medicamento. Además, pertenece al Grupo de Inequidades en Salud y Salud Internacional de la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria. También ha trabajado como asesor en el congreso de Marta Sibina, portavoz de sanidad en el grupo de Unidas Podemos. Ahora, forma parte del comité asesor de la covid-19 en Asturias.

-¿Qué le parecen las medidas que están aplicando en Asturias?

-En el momento de tomarlas, el Principado ha sido valiente porque se tomaron fijándonos solamente en la ocupación hospitalaria cuando los niveles de incidencia eran menores que en otros lugares, pero me parecen adecuadas. Si algo nos ha enseñado la pandemia es que tenemos que intentar ir un poco por delante de lo que parece que nos va marcando. Además están marcadas por un hecho: el gran estallido de casos y de ocupación hospitalaria en Asturias se ha producido a lomos de un incremento importante de la incidencia en mayores de 65 años.

-Hay voces que sugieren, precisamente, el confinamiento selectivo de los mayores de 65 años. ¿Qué opina?

-Soy reacio a esta opción. Lo primero porque no hay datos de experimentos de ese tipo que nos muestren efectividad, aunque también tenemos que ser conscientes de que muchas de las cosas que estamos llevando a cabo las hacemos sin datos porque nunca hemos estado en una situación así. Las dinámicas de interacción social en las sociedades tan familiaristas como las que vivimos en los países mediterráneos hacen que sea muy difícil hacer aislamientos por franjas de edad.

-También se apunta a los niños y los colegios como un vector de contagio.

-Los datos no parecen decir lo mismo. Los colegios son reflejo de la comunidad, es algo que sabemos bastante por lo que se ha ido viendo en varios lugares. Las escuelas son un reflejo de cuál es la transmisión a nivel comunitario. Si la transmisión está medianamente controlada, los colegios no son el factor culpable. La apertura de los centros educativos juega un papel fundamental en el desarrollo y socialización de la infancia. Y eso también es salud.

-¿Qué puede explicar la alta presión hospitalaria de esta segunda ola?

-En algunos lugares donde la presión de la primera ola estuvo más atenuada, la segunda tiene mayor dificultad para contenerse. Además, esta segunda ola en Asturias ha sido muy explosiva, en una franja muy estrecha de semanas se ha producido un incremento muy alto.

-Si los casos siguen aumentando, ¿está a favor de un confinamiento como el de marzo?

-El escenario de mayor confinamiento en el que nos movemos sería una especie de fase 1 modificada con escuelas abiertas. Hay cosas que sabemos ahora que no sabíamos en marzo. Ahora conocemos que los espacios abiertos son nuestro aliado. Además, hay que tener en cuenta la desigualdad social. El riesgo de transmisión es mucho menor en parques que en sus propias casas para mucha gente.

-¿Cómo ve la carrera por encontrar una vacuna?

-Hay que tener cuidado de no caer en un nacionalismo vacunal. La credibilidad de las instituciones científicas es muy importante, ya que literalmente nos va la vida en ello. Lo importante es que la gente se ponga la vacuna.