«Esperar 26 meses para que me operen de la espalda es demasiado esperar»

El 24 de enero de 2020, después de que una resonancia revelase que Iván Suárez Is necesitaba una intervención quirúrgica para solucionar sus fuertes dolores de espalda, este gijonés de 47 años entraba en lista de espera. «Con prioridad preferente», subraya. A día de hoy, sigue esperando. Y ya han pasado 26 meses y medio. «Estoy desesperado», asevera.

Iván Suárez es uno de los 21.342 pacientes que, actualmente, esperan por una operación en Asturias. Cuando él comenzó «este calvario» eran 19.436 y aún no se había detectado ningún caso de coronavirus en España. A lo largo de estos dos años de pandemia, con un sistema sanitario desbordado por el coronavirus, la lista de cirugías pendientes no ha hecho más que aumentar. Y el servicio de Traumatología, precisamente, es uno de los que acumula mayor carga de trabajo, ahora y siempre.

Según los últimos datos ofrecidos por la Consejería de Salud, hay 5.944 pacientes esperando por una operación relacionada con esta especialidad. Entre ellas, la de este vecino del barrio de La Calzada, que padece «colapso en L5-S1, con retrolistesis y estenosis foraminal», tal como figura en sus informes médicos. O lo que, en lenguaje más popular, viene siendo un desplazamiento vertebral con presión sobre la médula espinal y las raíces de los nervios raquídeos, que produce fuerte dolor, calambres, adormecimiento y debilidad en las piernas.

«Esto es inaguantable», asegura Suárez Is. Para poder soportar el dolor le han recetado «un analgésico muy potente de origen opioide», especifica en el prospecto del fármaco. «Y no siempre me hace efecto», precisa, para dar una idea de la situación en la que se encuentra, que ha llegado a desesperarle de tal manera que «estoy necesitando tratamiento psiquiátrico».

Iván llegó a hacer el preoperatorio en octubre de 2020, en pleno repunte de la pandemia, que entonces experimentaba su peor ola de contagios. Ese examen previo a cualquier intervención quirúrgica caducó en abril de 2021 sin que nadie le llamara para operarse, y cada vez con más dolores. Esa llamada sigue sin producirse y, aunque es consciente de la presión asistencial que la pandemia ha ejercido sobre el sistema sanitario, considera que «dos años y pico es demasiado esperar».

De hecho,lleva realizadas ya ocho reclamaciones ante el servicio de atención al usuario del Hospital de Cabueñes -donde está previsto que se lleve a cabo la operación de espalda- en busca de una solución. A su último escrito le respondían en el mes de marzo desde la gerencia del área sanitaria de Gijón: «Como sabe, los tiempos de espera para una cirugía no urgente han sufrido importantes restrasos en relación con la pandemia de covid-19, ajenos a nuestra voluntad». Y se añade: « Entendemos la situación que nos plantea y la limitación que su enfermedad le produce. Su intervención se encuentra próxima a ser programada sin poder concretarle una fecha, en función de la evolución de la pandemia».

Suárez Is advierte de que «voy a terminar perdiendo el empleo como sigan así». Hasta la fecha, ha tenido que alternar períodos de actividad con bajas laborales, aunque «ya no puedo más, porque los dolores son tremendos». Trabaja en Asturiana de Zinc desde hace 21 años, en un puesto donde «estoy todo el tiempo de pie y a menudo tengo que doblarme y agarrar peso». En sus reclamaciones al Servicio de Salud del Principado (Sespa), urge que «me operen de una vez, para que pueda volver a hacer vida normal».

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