Un estudio constata que fincas rústicas no urbanizables pagan IBI como urbanas

Los ayuntamientos asturianos, excepto el de Llanes, están cobrando el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de fincas rústicas no urbanizables como si fueran urbanas. Así lo indica el economista Javier García, quien realizó un estudio sobre este asunto y concluyó que con las últimas reformas de los planes urbanísticos tuvo lugar la recalificación catastral de rústica a urbana de numerosas fincas que fueron incluidas en los núcleos rurales. Esto afecta a la base imponible sobre la que se calculan cinco impuestos, como el IBI, sucesiones, donaciones, transmisiones patrimoniales y la plusvalía.

El problema es que dichas fincas «ni son urbanas ni lo serán nunca mientras no se cambie la normativa», explica García. Eso hace que en esos terrenos no se pueda construir y, por lo tanto, sean casi imposibles de vender, y en los casos más extremos que se rechacen herencias por los altos impuestos que hay que pagar, a pesar de tratarse de fincas sin apenas uso más allá que el agrícola.

El propio García tuvo que llevar un asunto que le afectó directamente a los juzgados y el Tribunal Superior de Justicia de Asturias acabó dándole la razón, aunque reconoce que este proceso «es caro».