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Palmera canaria, araucaria chilena, aligustres, laureles y arces rojos norteamericanos.

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Palmera canaria, araucaria chilena, aligustres, laureles y arces rojos norteamericanos. RSM

Exotismo y orientalismo en el jardín geológico de Oviedo

Este jardín es un excelente muestrario segmentado en pequeños espacios verdes personalizados por los árboles que los integran y por las muestras de estratos rocosos de los diferentes periodos de la historia geológica

Rafael Suárez-Muñiz

Domingo, 21 de noviembre 2021, 17:16

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Esta sección aborda los jardines privados con una interesante variedad botánica y, como sucede muchas veces, y nunca mejor traído, los árboles nos impiden ver el bosque. A razón de los quehaceres académicos del que suscribe nos hemos encontrado con algo que ha estado ahí siempre, en el campus de Llamaquique de Oviedo. Se trata del llamado «Jardín Geológico», así ha sido bautizado. Este jardín es un excelente muestrario segmentado en pequeños espacios verdes personalizados por los árboles que los integran y por las muestras de estratos rocosos de los diferentes periodos de la historia geológica.

Estos jardines son de la Universidad de Oviedo y rodean las facultades de Geología, antaño también de Biología, de Ciencias y de Formación del Profesorado. Se extienden por las calles Trece Rosas (N), Jesús Arias Velasco (intermedia), Aniceto Sela (S) y el paseo Veracruz (O), sin continuidad, rodeando los diferentes edificios que componen el campus universitario.

No hay mejor manera de analizar un espacio que nutriéndose de todas sus circunstancias: aquí se dan la mano la estupenda obra de un gran arquitecto, una relación botánica muy exótica y la didáctica de los vestigios geológicos en íntimo diálogo con las anteriores. Lo uno singulariza a lo otro, de tal manera que estos factores se convierten en un atractor en general.

Palmera canaria, araucaria chilena, aligustres, laureles y arces rojos norteamericanos.
Palmera canaria, araucaria chilena, aligustres, laureles y arces rojos norteamericanos.

Del conjunto arquitectónico proyectado por Ignacio Álvarez Castelao en abril de 1965, por encargo del rectorado, salta a la vista que es una simbiosis con las materias que allí se desempeñarían, modulando dos cuerpos independientes de formas y estilos totalmente opuestos, pero conectados, a su vez, por esos jardines que ya se previeron. La fisionomía de enjambre de celdas rectangulares del bloque lineal protector del aulario circular (de hormigón visto), conseguido este a partir de la yuxtaposición de plantas triangulares, contrasta con el plasticismo del interior al incluir un diáfano patio con vidrieras bicromáticas que proyectan luz de colores al interior sobre las formas murales de Rubio Camín (1978) y los mosaicos de Antonio Suárez. Este edificio ha sido recientemente incluido en el inventario internacional DOCOMOMO.

El arbolado principia un exotismo exacerbado y eso no ha sido casual, del mismo modo que no lo fue la integración de artistas en un mismo edificio. Ese arbolado fue plantado entre las décadas de 1970 y 1980. La característica definitoria de esta colección botánica es el orientalismo, es un jardín, salvo excepciones, puramente oriental y dicha originalidad es un acierto absoluto. El catedrático de biología Tomás Emilio Díaz realizó en su día un inventario y mapeo de las diferentes especies ordenadas en doce parcelas (solo las que rodeaban la facultad de geológicas).

Panorámica del jardín geológico desde el aulario, con el ciruelo japonés y el imponente cedro del Himalaya. Palmera canaria y araucaria araucana ante el antiguo invernadero de Biología.
Imagen principal - Panorámica del jardín geológico desde el aulario, con el ciruelo japonés y el imponente cedro del Himalaya. Palmera canaria y araucaria araucana ante el antiguo invernadero de Biología.
Imagen secundaria 1 - Panorámica del jardín geológico desde el aulario, con el ciruelo japonés y el imponente cedro del Himalaya. Palmera canaria y araucaria araucana ante el antiguo invernadero de Biología.

Entre el Museo de Geología y el aulario se plantaron especies florales y arbustivas como hortensias macrófilas (Hydrangea macrophylla), hibiscus syriacus o «rosa de Siria», laureles (Laurus nobilis), acebos, correhuelas (Convolvulus arvensis), magarzas originarias de las Islas Canarias y un imponente ginkgo biloba chino. En la parcela 3 hay un ciruelo japonés (Prunus cerasifera). En la siguiente se yergue un cedro del Himalaya (Cedrus deodara) de 20 metros de altura, un pitósporo de Japón (Pittosporum tobira) y dos duraznillos (Viburnum tinus) propios de las regiones mediterráneas.

En la parcela 6 convive un impresionante cedro del Atlas (Cedrus atlántica), una hebe elíptica natural de Nueva Zelanda, un laurel, un aligustre de hoja oval o «Sanjuanín» (Ligustrum ovalifolium) así como un espino de fuego (Pyracantha coccinea). A continuación se repiten el ciruelo japonés y el laurel con la novedad de un tejo (antiguamente había habido chopos). Los bordes orientales de las parcelas 7 y 8 están definidos por los tres arces de otoñación roja, que son híbridos de acer saccharinum y acer rubrum (norteamericanos).

En la parcela 8 hay un fornido castaño de Indias (Aesculus hippocastanum), un enorme y ancho avellano (Corylus avellana) frente al invernadero y dos tejos (Taxus baccata). En la parcela 9, delante del antiguo invernadero, se dan cita una impresionante araucaria araucana (oriunda de la Patagonia chilena), una vigorosa palmera canaria, un ciruelo japonés y aligustres en forma de seto. En la parcela 11, por detrás de la cafetería de la facultad, hay otro enorme cedro del Atlas, un bonetero de Japón (Euonymus japonicus) y más laurel. A continuación vemos la presencia de bojes. Por la parte delantera, donde están las paradas de autobús y pegado al edificio norte de la facultad de formación del profesorado, se cuentan otros dos cedros del Himalaya.

Inicio de la otoñación en color rojo de los arces canadienses híbridos con el edificio norte de la Facultad de Formación del Profesorado al que se pega un cedro del Himalaya.
Imagen principal - Inicio de la otoñación en color rojo de los arces canadienses híbridos con el edificio norte de la Facultad de Formación del Profesorado al que se pega un cedro del Himalaya.
Imagen secundaria 1 - Inicio de la otoñación en color rojo de los arces canadienses híbridos con el edificio norte de la Facultad de Formación del Profesorado al que se pega un cedro del Himalaya.

En definitiva, una interesantísima secuencia geológica y botánica a partir de pequeños espacios verdes concatenados en torno a sendos edificios del Movimiento Moderno, que suman un centenar de árboles y arbustos a lo largo de los 11.500 m2 de jardines del campus de Llamaquique y una variedad cercana a las 50 especies vegetales diferentes de todos los continentes fértiles y especialmente de Asia. Así de colorido se muestra en otoño el jardín asiático de la facultad de Geología.

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