La explanada de la basílica de Covadonga será peatonal a partir de este verano

Las obras de la explanada de Covadonga no solo supondrán un lavado de cara para el santuario, también una reorganización del tráfico en beneficio de los peatones. De este modo, el espacio comprendido entre la basílica y las casas de los canónigos -edificio que alberga la tienda- será peatonalizado una vez que acaben los trabajos, previsiblemente antes de julio. La decisión la formalizaron ayer el Principado, el Ayuntamiento de Cangas de Onís y el Cabildo, que coincidieron en que la medida no supondrá una pérdida de plazas de estacionamiento. «Se gana un espacio peatonal importante y los cincuenta aparcamientos se trasladarán a otro sitio», explicó Jorge García, director general de Movilidad regional. Según precisó el alcalde cangués, José Manuel González Castro, esas plazas se reubicarán en la zona que se abre detrás del pabellón de aseos.

Ese área se reservaba para estacionamiento de autobuses, que deberán ahora dejar a los visitantes en el santuario y aparcar después en los estacionamientos habilitados a lo largo de la carretera de acceso. «Llevábamos años hablando de peatonalizar, vamos a dar un paso muy importante para embellecer Covadonga», destacó el regidor. También el abad, Adolfo Mariño, se mostró satisfecho con la medida, que supondrá a su entender un «antes y un después» para el santuario. «El después va a ser otra Covadonga, en la que se podrá pasear tranquilamente. Será incluso mejor para la espiritualidad, el silencio va a venir bien», afirmó.

La posibilidad de reservar espacio exclusivo para peatones ya aparecía esbozada en el proyecto de reforma que actualmente se ejecuta en el Real Sitio. El documento planteaba, de hecho, la colocación al inicio de la casa de los canónigos de cuatro bolardos de acabado en forja que podrían ser retirados, una solución que permitirá el paso a vehículos en ocasiones y eventos concretos, como bodas, ejemplificó García.

La de la peatonalización de la explanada no será la única novedad que la obra imprima al santuario. El proyecto incluye, además, mejoras en materia de accesibilidad, como aparcamientos reservados a personas con movilidad reducida. A las cuestiones de funcionalidad se añade el componente estético, con la piedra 'rojo Covadonga' como distintivo en la Vía Sacra y la plaza de la basílica. Todo ello se completa con la renovación de tramos de recogida y canalización de aguas pluviales, de la red de saneamiento, de abastecimiento de agua potable y alumbrado.

Adjudicada a Contratas Souto en más de 354.000 euros, la intervención encara ahora su recta final tras meses de trabajo, precedidos de retrasos en el inicio de las tareas.

Inicialmente, el Principado preveía dar comienzo a la actuación tras la visita de la Familia Real de septiembre de 2018, pero no fue hasta el último trimestre de 2019 cuando se puso en marcha. Los plazos entonces barajados por el Gobierno autonómico situaban el fin de las obras en el otoño de 2020, dada la necesidad de dejar el santuario libre de maquinaria en temporada estival. Finalmente, no será necesario efectuar los remates en esas fechas y Covadonga podrá lucir su renovado aspecto desde este verano.